Cada uno de los pueblos que integran el sector de costa conocido como Cinque Terre en La Spezia (noroeste de Italia) merece un post aparte: es el turno de contarles mi paso por Manarola. Y es que cada uno de ellos es a la vez parecido y singular con respecto a sus vecinos.
Imágenes (*) Matías Callone
Para empezar, si quieren saber de como llegar y recorrer esta famosa zona costera de Italia, les recomiendo que lean la guía para viajar a Cinque Terre que pude escribir. Allí encontrarán toda la información que necesitan para llegar hasta Manarola.
Manarola es el segundo pueblo de los cinco si viajamos desde la cercana ciudad de La Spezia que muchos utilizan de base para recorrer. Junto con Riomaggiore, son los pueblos más «colgados» o con mayor desnivel, en un entorno de montaña y costa abrupta donde las calles son escalinatas peatonales. Sobre una especie de anfiteatro natural se emplazan las casas coloridas en distintos niveles, y mirando al mar con su particular color en días calmos. Todas las casas rodean una especie de puerto natural que utilizaban los pescadores en otros tiempos. Un puerto bañado por el mar que tiene este increíble color:
Desde una de las salientes rocosas, esta es la vista hacia Manarola:
Como todos los pueblos de esta región, antiguamente se proveían de alimentos a través del mar, pero también producían vino en las terrazas que adaptaban en las montañas rodeando al pueblo. Si visitas Manarola podrás caminar por senderos entre las terrazas y seguir disfrutando de vistas así:
Desde la plaza junto a la iglesia, se pueden ver las terrazas de viñedos y cultivo que rodean Manarola:
Y si caminas la calle principal fuera de la temporada alta, podrás observar el clima de relajación que contagia hasta los gatos del lugar (aunque vale decir que los gatos saben de eso de disfrutar la vida relajados en cualquier parte):
Hacia los costados del pueblo se pueden hacer unos senderos breves que acompañan la costa rocosa. No hay playas en Manarola, a diferencias de otro de los Cinque Terre que sí tiene playa (Monterosso al Mare).
Muy distinto que caminar por la costa, es pasear por las calles «escalonadas» del pueblo. Como en cada uno de los Cinque Terre, no hay coches en la parte antigua (algo que además resultaría imposible). Si caminan en horas del mediodía o el atardecer, no podrán resistir los aromas a comida (especialmente pesto y pasta) que invade las callejuelas:
Manarola, a pesar de su abrupto paisaje, y como cada uno de los Cinque Terre, cuenta con una estación de tren a poco del pueblo, una excelente forma de transporte para explorar la región (también encontrarán detalles sobre como moverse en la guía que menciono en el segundo párrafo):
Manarola se puede recorrer en una mañana, o en una tarde, pero también es recomendable hacer alguna noche allí para respirar y vivir su ambiente marino y dejarse atrapar su encanto. Se cree que es el pueblo más antiguo de los Cinque Terre, con registros que sitúan su existencia al menos desde el siglo XII.
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Desde Manarola y en dirección a Riomaggiore se puede hacer el sendero costero Via dell’Amore («Camino del amor») un clásico entre las actividades del pueblo.
Para finalizar, aquí tienes en el mapa la ubicación de Manarola:
(*) Todas las imágenes pertenecen a Matías Callone
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