En mi viaje por parte del norte de Italia, y con un buen capítulo dedicado a Cinque Terre, tuve la oportunidad de fotografiar uno de los pueblos más bonitos de esta zona de La Spezia (y tal vez de Italia): Riomaggiore.
Imagen (*) Matías Callone
Si me siguen en mi Instagram verán que comparto día a día fotos de mis viajes, y en esa red social, sin mucha sorpresa, las fotos de los pueblos de esta región italiana suelen ser muy populares. O traducido: las fotos de Cinque Terre suelen tener mucha «aclamación».
En una zona donde la costa se puede calificar hasta «imposible» de habitar por lo abrupta y empinada de las laderas que caen el mar, existen estos cinco pueblos que desde hace siglos han permitido una vida practicamente autosuficiente a sus habitantes: vivir de lo que da el mar y la tierra. Los pueblos aquí parecen «terrazas escalonadas» al borde del mar, y siempre están rodeados de laderas modificadas a modo de terrazas para los cultivos (y viñedos).
El pueblo de Riomaggiore está situado en una especie de pequeño valle de enorme desnivel, y las casas se agrupan en la orilla del recorrido del río (Rivus Major, de ahí el nombre del pueblo). Pero mientras que las casas más alejadas son algo más modernas, especialmente cerca de la estación del tren, las de la parte más histórica del pueblo tiene siete siglos en pie.
Las casas coloridas con sus tonos pasteles se adaptan al paisaje haciendo que parezca un lugar sumamente singular:
Y caminar entre las «calles» (que muchas veces son escalinatas) es un paseo más que recomendable.
Riomaggiore es uno de los mejores ejemplos de este tipo de pueblos «colgados» de la provincia de La Spezia, una postal tan perfecta que entra en la categoría de «sitios en los que es difícil que una foto salga mal» (habría que esmerarse demasiado).
Como tantos de estos pueblos, llegar en coche no es una de las mejores ideas, primero porque son pueblos peatonales, y segundo, porque el espacio aquí es lo que escasea (todo es una zona de montaña y declive). Sin embargo en Riomaggiore hay un parking de pago que fuera de temporada alta tiene bastante disponibilidad. Todos estos puntos para llegar al pueblo los desarrollo en la próxima guía Cinque Terre. Por ejemplo, una de las formas más prácticas de recorrer cada pueblo es en tren o en barco.
Una vez entras caminando al pueblo, se despliega todo el paquete de tópicos (y no tanto) que uno podría esperar en pueblos costeros italianos: ropa colgada en las ventanas, olor a mar, aroma a comidas que se escapan de muchas ventanas (especialmente a pasta, frutos de mar y pesto, una especialidad local). Y no faltan tiendas de souvenirs, y turistadas varias.
Atravesar el pueblo es un descenso pronunciado hacia el mar y hacia el pequeño puerto natural donde partían los pescadores de antaño.
Riomaggiore tiene una pequeña playa de piedra hacia uno de los lados:
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Pero hoy sobre todo la vida económica gira en torno a los turistas.
Riomaggiore es el pueblo más al este de los cinco. Y aquí puedes verlo en el mapa:
Por último, la actualización de Riomaggiore en Instagram:
(*) Todas las imágenes pertenecen a Matías Callone, bajo licencia Creative Commons