Sobre un paisaje un tanto sinuoso en un macizo rocoso (con vistas al entorno de los valles, las planicies y el propio mar), como encaramado sobre una arista de una elevación, se suceden casas encaladas con el característico color utilizado para apaciguar el efecto del calor. Se trata del poblado de Casares, en la provincia de Málaga, algo así como el pueblo de postal característico de Andalucía.
Imagen miquitos (via Flickr bajo licencia Creative Commons)
Las calles en Casares son tan estrechas como para permitir el paso de un solo coche, pero también empinadas, brindando vistas hacia las zonas bajas, los pintorescos tejados, balcones, y flores. También sobresalen los restos de una fortaleza de origen árabe, tiempos en los que Casares tuvo gran importancia custodiando parte de los pasos a la Serranía de Ronda. Sobreviven restos de la muralla, muros, y torres.
Pero aún más allá de la fortaleza, todo el pueblo está declarado como Conjunto Histórico-Artístico, y como uno de los pueblos más bonitos de España. Lo recomendado es una visita incluyendo a Casares en un itinerario por tantos pueblos bonitos en la región, una escapada en días de verano desde la Costa del Sol, o un recorrido sumando varios pueblos cuando el clima se vuelve más agradable.