En Catalunya es posible encontrar todas estas curiosidades juntas en un mismo lugar: un pueblo medieval tan conservado que parece un museo a cielo abierto… desde el mismo pueblo, una inesperada vista lejana al Mediterráneo (y la bahía de Roses), y por si fuera poco, rodeado de volcanes tapizados de bosques que parecen salidos de un cuento.
Para encontrar todo esto a poca distancia hay que viajar hasta la comarca de La Garrotxa, en el prepirineo, y nada lejos de pueblos medievales más célebres como Besalú.
Mi recomendación es no pasarse por alto el pueblo de Santa Pau. A diferencia de la merecida fama de sitios como Besalú, aquí no hay invasión de turistas a gran escala sino todo lo contrario: mucha tranquilidad caminando las calles de un pueblo que nada sabe de ajetreo tal vez desde hace siglos (a no ser por el goteo de visitantes, Santa Pau por poco pasaría injustamente desapercibido a los ojos del mundo).
Hay un detalle (o varios más) que hacen imperdible este punto de La Garrotxa. En mi reciente incursión explorando la región (voy concretando viajes a lugares increíbles o muy singulares que pueden seguir en mi instagram) pude llegar a Santa Pau para descubrir que las opciones de actividades y sitios que ver se multiplican. Es especial me refiero a los volcanes del entorno (extintos también hace miles de años) y los bosques que parecen salidos de un cuento.
Pero antes de continuar, empecemos mejor con el pueblo de Santa Pau y un recorrido fotográfico:
La anterior es una vista general antes de ingresar al pueblo, pero si lo viéramos desde lo alto, la visual es tan sorprendente como se puede ver en esta señal. Un pueblo medieval entre volcanes:
Todo lo que rodea a Santa Pau son montañas tapizadas de bosques, pero muchas de estas montañas son volcanes extintos con cráteres escondidos a simple vista. De hecho el pueblo está en el centro del Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa:
Santa Pau conserva una arquitectura tradicional en torno a un no tan pequeño castillo que protagoniza las vistas desde cada calle. Pero todo resulta tan auténtico que nos embruja con su encanto medieval. Simplemente hay que largarse a caminar por sus pocas calles:
Todas estas imágenes que siguen son del interior de la parte amurallada. El castillo (foto anterior) fue la residencia de los barones locales desde el año 1278. Y como solía suceder en tantos castillos, se desarrollaba un pueblo en torno a la fortaleza, también resguardados por una muralla. Así es la estructura de Santa Pau, un castillo y pueblo resguardado por las murallas.
El castillo no guarda demasiada complejidad arquitectónica: tiene una planta cuadrada y una gran torre: suficiente para proteger a las personas más importantes del pueblo por entonces.
Santa Pau cuenta con una plaza Mayor, donde está la iglesia parroquial y su campanario, bajo el estilo gótico austero.
Murallas afuera, es un característico pueblo de agricultura y cría de ganado que poco a poco va dejando lugar al turismo. Si salimos del pueblo, no faltan ejemplares locales muy curiosos con los visitantes:
Viaja seguro y con descuento para nuestros lectores
>> cotiza tu seguro de viaje IATI con 5% de descuento desde aquí
Un bosque de hayas sobre una colada de lava volcánica.
Ahora bien, lo que sucede al alejarnos un poco del «arca medieval», es que nos podemos encontrar con rincones que parecen salidos de un cuento, como estos:
Este lugar es un hayedo por demás singular. En solo unos 15 minutos estaremos en el Hayedo de Jordá (Fageda d’en Jordá), una reserva natural que resguarda un bosque de hayas único en España, ya que crecen sobre una colada de lava volcánica y a una altitud nada frecuente. Aunque el hayedo no es muy extenso, es una maravilla natural por su suelo donde asoman las prominencias de lava.
La belleza de este paraje natural se ha ganado un poema del poeta Joan Maragall, nada menos.
El Hayedo cuenta con un área de parking desde donde empezar los senderos, un paseo a caballo (alquilado) o en carruajes antiguos muy pintorescos, saliendo desde el área de visitantes.
Saliendo del hayedo, también hay vistas rurales preciosas:
Un pueblo entre volcanes
Santa Pau está en el corazón de una zona de volcanes: El Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa. En realidad estaremos rodeados de conos volcánicos, ya que se trata del mejor paisaje volcánico de la península Ibérica, en total cuarenta conos de volcanes. Entre los más conocidos y a visitar, en torno a Santa Pau se encuentra el volcán Croscat, y el de Santa Margarita.
La que sigue parece una simple foto desde lo alto de una montaña, sin embargo lo que se ve es el centro del cráter del volcán Santa Margarita, y para más curiosidad en su interior se encuentra la iglesia de Santa Margarita, de origen románico.
Estas fotos pertenecen a mi excursión al interior del cráter, en un volcán de 682 metros de altura. De erupciones no hay que preocuparse, ya que la última fue hace unos 11.000 años. Aquí la iglesia dentro del cráter:
Este parque volcánico por si solo merece una visita, y si a ello sumamos la visita al pueblo, a otros atractivos en la cercana Olot, el hayedo, es suficiente para pensar en dedicar a este punto de la Garrotxa al menos un día completo (solo a este punto, porque hay más pueblos y paisajes extraordinarios para explorar).
Para finalizar aquí tienes en el mapa la ubicación de Santa Pau, y desde allí en el entorno puedes ver los otros puntos de interés mencionados en el post. Todo esto se encuentra en la provincia de Girona, y no tan lejos de la Costa Brava, o de ciudades como Girona o Figueres.
Idea extra: puedes incluir la visita a Santa Pau siguiendo esta ruta para hacer en coche por pueblos medievales que se pasan de bonitos en provincia de Girona
