La playa con aguas termales existe, y está en Nueva Zelanda. No podría llamarse de otro modo que Hot Water Beach, y es que en la arena, cuando la marea baja, brotan aguas termales que se filtran de flujos subterráneos. Es una de las grandes atracciones de la región de Waikato, en la Península de Coromandel. Y la forma de disfrutarla es muy simple: con marea baja, se hace un pozo en la arena hasta que el agua caliente que brota termina formando una piscina temporal. Por ello, los miles de visitantes que pasan por ésta playa-spa cada año suelen cargar con una pala y balde antes que una sombrilla o tablas de surf.
La mecánica es muy simple: te construyes tu propio «jacuzzi» playero en unos minutos, algo tan fácil que hasta es mejor llegar temprano para reservarse un lugar:
De hecho, Hot Water Beach es una playa de olas grandes y rompientes fuertes, por lo que no es el sitio ideal para nadar más allá de los 50 metros de costa. En cambio, quedarse en la arena, será un placer natural demasiado reconfortante como para pensar en el mar.
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