El glaciar Mendenhall es un gigante de hielo de 12 kilómetros de extensión en Alaska. Y si bien miles de visitantes se acercan a mirarlo desde lejos, pocos llegan a sorprenderse desde su ángulo tal vez más curioso: su interior. El aumento de la temperatura ha provocado el retroceso del glaciar, mientras el deshielo va tallando cuevas internas, creando un mundo «surrealista» de colores turquesa en constante cambio:
Para llegar a éstas cuevas de hielo dentro del glaciar, hay que emprender una travesía que requiere un tramo en kayak, caminata, escalada en hielo, y claro, el animarse a adentrarse en cavernas que en algún momento podrían desplomarse. El espectáculo visual será tan curioso como puede verse en éstas fotos seleccionadas:
Un poco de arte abstracto:
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Y las cuevas con vistas de Instagram:
Para terminar el recorrido, un vídeo desde el interior de las cuevas:
El glaciar Mendenhall se encuentra en el centro de Juneau, zona sureste de Alaska. Junto a su entorno es parte de una área protegida. Hay impresionantes vistas hacia el lago circundante, en un paraje que recibe medio millón de visitantes cada año.