El lugar es un gigantesco jardín que desciende de forma escalonada en una ladera del Monte Carmelo que mira al mar Mediterráneo (esto en la ciudad de Haifa, la tercera más importante de Israel). Las dimensiones de los jardines y de todo este complejo religioso son colosales. El conjunto del Centro Mundial Bahaí, sus terrazas y jardines junto a otros lugares sacros bahaíes en Haifa y Galilea Occidental están declarados como Patrimonio de la Humanidad por UNESCO.
En esta imagen puedes ver los jardines colgantes desde abajo mientras se destaca la cúpula del Santuario del Báb:
Imágenes (*) Matías Callone
Lo curioso es que lo que se ve es solo una parte de los jardines. En la siguiente imagen puedes ver el complejo desde el otro extremo, en la parte alta del Monte Carmelo: en total son 19 terrazas ajardinadas que se extienden a lo largo de un kilómetro desde la base hasta la cima. Los feligreses de esta religión consideran a este santuario y sus jardines un regalo para la humanidad.
En mi visita a Haifa tuve el privilegio de poder caminar por estas escalinatas (algo que solo puedes hacer en una visita guiada si no eres un creyente de esta religión).
Los detalles de todo el paseo son una sucesión de sorpresas, sobre todo por caminar por uno de los jardines más cuidados y diseñados que puedas imaginar, donde todo está meticulosamente impecable.
Hacia abajo se ve la ciudad de Haifa y su puerto, el más importante de Israel:
Ahora bien, es probable que al ver estas imágenes tal vez sea la primera vez que escuchas nombrar este complejo. El Centro Mundial Bahaí es la sede administrativa del bahaísmo. Te recomiendo que sigas el enlace anterior si quieres saber más sobre esta religión monoteísta basada en las enseñanzas de un profeta que vivió en el siglo XIX (Bahá’u’lláh). Según la Enciclopedia Británica esta religión es la segunda más extendida en el mundo entre las religiones independientes. En el Monte Carmelo de Haifa tienen un centro espiritual de peregrinación para sus fieles.
De cualquier modo, estos jardines y el complejo no dejan a nadie indiferente desde cualquiera de sus ángulos:
La razón por la que este complejo está reconocida como Patrimonio Mundial por Unesco (un complejo cuya construcción es relativamente reciente ya que la religión Bahaí también es relativamente nueva) es que el espacio y los sitios son de un valor universal excepcional, y un exponente de los valores movilizadores de la fe.
Esta imagen es del edificio del Santuario del Bab, un sitio sagrado al que puedes entrar (sin calzado y sin hacer fotos). Su interior es pulcro y bastante austero en su decoración, pero la sensación que uno se lleva es la de estar en un lugar impoluto:
Junto a las terrazas hay más edificios notables, como este «Partenon» extrapolado al territorio de Israel dominando las vistas de Haifa. La guía en la visita nos dijo: «solo hay una explicación para la razón del aspecto de este edificio con aires griegos, su belleza».
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Todas las terrazas tienen además un sistema de fuentes y canales. De hecho, el sistema de riego está regulado por un sistema inteligente que controla las válvulas según los datos meteorológicos, y distribuye el agua durante la noche para evitar la evaporación.
Y por supuesto, hacia los lados, se extienden jardines impolutos en donde trabajan voluntarios cuidando lo que ya se ve cuidado:
Aquí tienes una buena vista de las terrazas desde la explanada del Santuario hacia arriba (no olvides que terrazas de iguales dimensiones continuan hacia abajo).
Los jardines que rodean el santuario siempre están cuidados al mínimo detalle (una parte que sí está abierta a visitantes en general en horarios de la mañana).
Cuando caminas los jardines y terrazas, observarás voluntarios trabajando en cada detalle, y uno se pregunta que es lo que están haciendo porque todo ya se ve absolutamente perfecto:
Los dejo con unas últimas tomas de mi paseo:
Como visitar el Centro Mundial Bahaí: creo que la mejor recomendación es ir por la mañana, ya que es cuando están abierto los jardines que son para el público general, así como las visitas guiadas que te permiten hacer el paseo central por las escalinatas principales (que no son accesibles por libre). El complejo es tan grande que tiene distintos accesos en distintos niveles. Uno en la parte superior, otro en la parte central donde está el santuario, y otro en la parte inferior. A estos tres puedes acceder durante el día y hasta las 17 horas, aunque solo te permiten recorrer una parte acotada de los jardines. En cambio si quieres hacer la visita guiada, mi recomendación es observar las indicaciones con los horarios en los accesos. Para la visita guiada no hay que reservar, sino simplemente presentarse a horario en las puertas de la parte superior.
Si bien este santuario es de construcción relativamente reciente (fue diseñado en 1987 y abierto en 2001), es uno de los motivos por el que muchos de quienes viajan a Israel, como en mi caso, llegan hasta la ciudad de Haifa para conocerlos. De hecho, ya es uno de los puntos más visitados en Israel.
(*) Todas las imágenes pertenecen a Matías Callone y están bajo licencia Creative Commons.
