No tan lejos de ciudades como Toulouse, cerca de Carcasona, o incluso de Foix, existe un pequeño pueblo de fachadas medievales entramadas y pintadas con colorido junto a una plaza llena de mesas de bares y restaurantes al sol. Así es Mirepoix, una de las mejores sorpresas del departamento de Ariège, y no tan lejos del Pirineo. En este post les contaré de mi visita al pueblo y las recomendaciones sobre lo que hay que ver en Mirepoix.
Por qué visitar Mirepoix.
Primero, porque es precioso ya me parece una razón de peso. Y segundo Francia: sobre todo recomiendo este destino para aquellos que gusten de explorar zonas rurales francesas, visitar pueblos tranquilos (el arte de pueblear), encontrarse con lo que llamo la «Francia interior», siempre menos difundida que la de postales famosas como París.
Aunque Mirepoix no es precisamente un destino desconocido para el turismo, sí es un destino tranquilo donde pasar una jornada relajada, conociendo joyas arquitectónicas del pueblo y disfrutando de su gastronomía. Sobre todo recomiendo ir a Mirepoix incluyendo este pueblo en un itinerario por la región.
Dónde queda Mirepoix.
La región a la que pertenece Mirepoix es la de Languedoc-Rosellón-Mediodía-Pirineos, distrito de Pamiers en la región de Ariège. Cómo decía, es un buen destino cercano a Carcasona, que podría ser la ciudad turística más famosa de la región.
Por tanto si planean pasar por la enorme ciudad fortificada francesa, bien pueden seguir en camino a Mirepoix y conocer también el pueblo cercano de Camon o la propia Foix con su castillo. También puede ser un destino cercano en camino a Ax-les-Thermes o incluso a la propia Andorra.
Que ver en Mirepoix
Aunque pequeño, Mirepoix es un pueblo que tiene varios puntos que recorrer. En mi caso, hice mi visita ya que estaba cuidando una casa con el sistema house sitting en un pueblo cercano. Estuve caminando el pueblo y explorando sus atractivos, por lo que voy a nombrar lo que no hay que perderse:
Camina el pequeño casco antiguo y medieval.
Lo que hace más famoso y atractivo a Mirepoix sin duda es el aspecto medieval de sus construcciones en el núcleo más antiguo. Y es que este pueblo se conserva de un modo extraordinario desde finales del siglo XIII, cuando fue reconstruido luego de una gran inundación. Incluso notarás que está aún resguardado por una muralla que puedes atravesar por un pórtico del siglo XIII. Ingresa por el Porte d’Aval desde la muralla y simplemente lárgate a caminar por sus calles.
Tan solo recorrer las tiendas, muchas ellas de artesanos, o sentarse en alguna mesa al sol en las terrazas de los bares y restaurantes, harán que valga la pena visitar Mirepoix.
Disfruta de la Place des Couverts.
El espacio en torno a la plaza central es muy curioso. Se llama algo así como «plaza de los porches» ya que está rodeada de construcciones medievales con soportales de madera tallados, que son en su mayoría del siglo XIII y XV. El nombre en realidad es Plaza Leclerc, y notarás como las casas de entramado de madera dominan el paisaje central del pueblo con su colorido.
Identifica la Casa de los Cónsules.
Entre tantas fachadas de entramado de madera, seguramente no tardarás en que una de ellas llame especialmente tu atención. Se trata de la Casa de los Cónsules (Maison de Consuls), y notarás como sus travesaños de madera bien antiguos están tallados con cabezas de monstruos, personas y animales. Todo está conservado de un modo original desde hace siglos.
En el año 1500 los cónsules construyeron su propio edificio que servía de tribunal, sala de consejo y hasta prisión. Precisamente para destacar este edificio, se tallaron más de 104 esculturas en madera que sostienen el porche.
Ingresa a la Catedral de Saint Maurice.
Esta iglesia es del siglo XIII, y notarás como protagoniza aún hoy el pueblo a pesar de tantos años. Fue construida a lo largo de seis siglos, y tiene un estilo románico tardío y gótico. Se dice que su nave central, es la más ancha de la región, y una de las más amplias de toda Europa. También notarás como en su interior hay colorido a través de pigmentos que se conservaron desde entonces, una tradición decorativa bastante usual.
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Atraviesa el puente de Mirepoix.
El puente sobre el canal al final del pueblo tiene 206 metros de largo y fue obra del arquitecto Jean-Rodolphe Perronet, el mismo del puente de l Concordia en París.
Castillo de Mirepoix.
No está exactamente en el propio poblado sino en las inmediaciones y tiene más de diez siglos de historia. De cualquier modo, si lo geolocalizas podrás acercarte a verlo a la distancia elevado sobre una colina, sin duda uno de los puntos que ver en Mirepoix. Se llama en realidad castillo de Terride. Aunque es un monumento histórico, es una propiedad privada y está en ruinas.
Que ver en Mirepoix si estás un lunes: mercado de Mirepoix
Cada lunes por la mañana tendrás el privilegio de conocer el gran mercado de Mirepoix, con cantidad de productos típicos y hasta delicias gastronómicas locales.
Y hasta aquí van mis recomendaciones sobre que ver en Mirepoix. Pueden dejar más recomendaciones en comentarios.
