En este post voy a contar sobre cómo visitar la isla de Mykines, una de las más apartadas en las Islas Feroe, y famosa por la población de los simpáticos frailecillos (o puffins en inglés).
Para empezar a contarles de Mykines, debo decir que el conjunto de las Islas Feroe es uno de los archipiélagos más recóndito de Europa. Un destino que puede visitar en un viaje de unos diez días recorriendo isla a isla. Sobre mi experiencia en ese viaje cuento en la guía para visitar las islas Feroe publicada en el blog.
En esta entrada en particular, nos daremos un paseo con mis fotos por la isla de Mykines, además de contarles más sobre esta isla. Sobre todo que es un paraíso para los ornitólogos por las colonias de aves, especialmente los simpáticos frailecillos. Sólo a modo de adelanto les comparto esta toma de los primeros encuentros con frailecillos en la isla, aunque más abajo les prometo más fotos de las verdaderas estrellas de estos acantilados:
(*) Todas las imágenes pertenecen a Matías Callone
Dónde queda la isla de Mykines.
La isla de Mykines es una de las más apartadas del archipiélago (es la que está más al oeste), además de que está apenas poblada, y conectada solo por barco (o helicóptero). A diferencias de otras islas que están conectadas unas con otras por túneles submarinos (por su cercanía), Mykines requiere un viaje por mar un poco más largo, y no cuenta con caminos o carreteras, ni coches. Muchos visitan Mykines solo por un día. En mi caso hice la visita haciendo noche en un camping en el pequeño pueblo de Mykines, que es el único de la isla.
En la foto pueden ver la isla desde la embarcación:
Sobre cómo visitar la isla de Mykines, en la foto se puede ver el pequeño «ferry» que viaja dos veces al día a la isla, y el descenso de turistas:
Cómo es el pueblo de Mykines y la isla.
La isla cuenta con unos 10 kilómetros cuadrados de puro verde y paisaje casi inalterado. Sólo está el pequeño pueblo que es un puñado de casas típicamente feroenses y con muy poca población estable. Sólo en verano está más animado por el turismo y por los propios habitantes de la isla que tienen segundas residencias en Mykines (casas que eran de sus antepasados).
El pueblo cuenta con un muelle donde amarra el ferry a Sørvágur en la isla de Vágar, la principal vía de transporte con Mykines. El pueblo en sí mismo es tal como se ve en estas fotos. Cuenta con una casa de huésped (llamada Kristianhus) con sólo cuatro habitaciones, sitios donde comer o comprar alimentos, una escuela primaria, una iglesia, el sitio de cámping y poco más.
Mientras que hacia el este están los grandes valles de la isla, el centro alcanza los 560 metros sobre el nivel del mar con montañas escarpadas. Pero el principal sendero donde observar aves está hacia una península al oeste que termina en un faro.
Qué hacer en Mykines
Mykines es una isla poco poblada por humanos, pero muy poblada por ovejas -cómo no, siendo islas Feroe- y por miles de aves. Si hay una razón por la que turistas de todo el mundo llegan a Mykines es por la cantidad frailecillos que se pueden observar con suma facilidad en una caminata por el sendero más famoso de la isla. Además de frailecillos, es numerosa la colonia de fulmares boreales, paíños y gaviotas tridáctilas. Entonces, lo esencial que ver en Mykines es nada menos que sus paisajes imponentes y la observación de aves.
Las estrellas de la isla, los frailecillos o puffins.
Sin dudas los frailecillos tienen el rol protagónico de la isla de Mykines. Los puffins (en español llamados frailecillos por su supuesta similitud con la vestimenta religiosa) son aves sumamente vistosas y simpáticas, además de torpes por sus movimientos y su poca agilidad para volar en poses un tanto graciosas. Por su aspecto, el pico colorido, sus movimientos algo torpes, se ha ganado el apodo de «payaso del mar».
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Lo cierto es que este pájaro que vive en zonas apartadas, a veces resulta esquivo de observar. Pero nada de ello sucede en Mykines. Al empezar a caminar desde el pueblo bordeando la costa, empiezan a aparecer ejemplares que generan emoción al verlos. Y a medida que uno avanza por el sendero es fácil verlos en cantidad, y sin que se asusten demasiado por la presencia humana.
El 60 % de los frailecillos atlánticos que hay en el mundo anidan en Islandia. Pero en Mykines y en las islas Feroe tienen una buena «embajada»: se estima que cada verano anidan unos 100 mil frailecillos. Acuden a esta colonia sobre todo en verano para aparearse. En la caminata por el sendero fue normal ver sus madrigueras en las laderas de la costa escarpada.
En Mykines también se encuentra uno de los faros más fotogénicos de las islas Feroe que es del año 1909: es el faro de Mykineshólmur.
Cómo llegar a isla de Mykines.
Seguro a esta altura del post te preguntas cómo visitar la isla de Mykines. Lo más usual hacerlo en el ferry entre Sørvágur (en la isla de Vágar) y el pequeño muelle de Mykines. Este servicio de ferry funciona entre mayo y agosto y está sujeto a las condiciones cambiantes del clima. Además, es recomendable en temporada de verano llegar con cierta anticipación para encontrar un lugar.
La segunda opción es la del helicóptero también desde el helipuerto de Sørvágur. Contrario a lo que podríamos pensar, el vuelo entre islas en helicópteros no es tan costoso ya que es un servicio subvencionado. Previo a la pandemia de 2020 tenía un costo de menos de 20 euros. (Puedes consultar horarios, disponibilidad y reservar desde la web de Atlantic Airways).
Para finalizar, en el mapa puedes ver la isla de Mykines:
¡Hola!
He leído en algunas webs que aparte de pagar el ferry para ir a Mikines, una vez que llegas tienes que contratar un guía por 53€. ¿Es cierto? ¿No puedes salir libre?
Hola María, al menos al momento de mi viaje, no había que contratar guía, y se hace un sendero por libre. Un saludo