El pueblo de Tomás Jofré, además de un sitio bonito y con el encanto de lo antiguo, en cuanto a tranquilidad es todo lo contrario de Buenos Aires. La antítesis misma de la gran ciudad a un paso de la mega urbe, pero también un pequeño viaje en el tiempo a los comienzos del siglo XX en la Pampa argentina.
Fotos (*) Matías Callone
¿Para quien es ideal visitar este pueblo?
Para quienes buscan entender el pasado de tantos pueblos de la zona centro de Argentina, para quienes buscan aproximarse a como era el aspecto de las incipientes ciudades que crecían junto a las vías del tren desde fines del siglo XIX y comienzos del XX. Estos pueblos, que nunca llegaron a crecer demasiado, quedaron aislados cuando a fines del siglo pasado se decide eliminar los ramales del tren.
Por tanto, se conservaron casi sin cambios hasta hoy, que renacen de la mano del turismo. Ideal para una escapada desde Buenos Aires, para pasar una tarde, o llegar al mediodía a comer platos típicos del campo (como el asado) o pastas que llevaron los inmigrantes italianos. Además, para recorrer su feria de artesanías y productos típicos, o simplemente caminar sus pocas calles y estar en pocos minutos a un paso del llano verde que representa el paisaje de la Pampa argentina.
Cómo llegar a Tomás Jofré.
Llegar a Tomás Jofré en coche (la única opción práctica posible) desde el centro de Buenos Aires suma 104 kilómetros (lo que en la escala de distancias argentinas es «cerca»). Son de una hora y media a dos horas de viaje según el nivel de tráfico y como turista (en caso de no contar coche) puedes optar por los coches de alquiler. De cualquier modo no es un trayecto difícil. Una vez en el pueblo, hay muchas zonas para aparcar en las mismas calles (en su mayoría son de tierra dentro del casco urbano). Es un entorno completamente rural, por tanto una oportunidad de conocer el campo argentino.
En el siguiente mapa tienes la ubicación y la ruta:
Como en el blog me gusta ilustrar con fotos cada destino, la mejor forma de explicarlo, aquí vamos con un paseo visual.
En la imagen se ve la vieja estación de tren abandonada, que es una zona hoy algo cuidada que muchos turistas utilizan para hacer caminatas y paseos.
Lo de que el entorno rural es muy campestre…no es broma:
Desde la estación hacia un lado, se ve la vía hoy en desuso:
Mi recomendación es simplemente caminar. No hay ni muchas casas, ni todas son antiguas, pero sí que hay algunas casas que tienen esa sencillez pintoresca de las casonas del campo argentino:
Incluso hay pintorescos almacenes que promocionan el pueblo y la zona como «cuna del salame quintero». Es cuestión de preguntar para degustar una tabla de quesos y fiambres:
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El ceibo es la flor de distintiva del país, y hay algunos árboles que si es primavera y verano los encontraremos con todo su colorido.
En resumen, las postales de Tomás Jofré son todo un recuerdo de los incipientes poblados en la Pampa argentina, cuando en cada sitio todo estaba por hacerse y llegaban inmigrantes en búsqueda de oportunidades.
Breve historia de Tomás Jofré.
En realidad, el verdadero nombre de esta localidad es Jorge Born, aunque el nombre por el que se conoce corresponde con el nombre de la estación de ferrocarril hoy en desuso. La historia del paraje es bastante «breve», ya que nace en al año 1905 como estación de tren.
Qué hacer en Tomás Jofré.
En resumen, es un lugar de descanso y sobre todo para pasar el día. Pero también se puede extender a un fin de semana de descanso en el marco del turismo rural. Por ejemplo, hay opciones para alojarse en la cercana ciudad de Mercedes. Si de pasar el día se trata, Tomás Jofré es un auténtico polo gastronómico con más de 20 restaurantes de comida tradicional. Especialmente muchos turistas locales de la Ciudad de Buenos Aires acuden para respirar el aire de campo y disfrutar del verde y su calma. Pero también pueden llegar algunos turistas extranjeros que buscan conocer la «Argentina profunda», o más bien, la «Pampa profunda».
Gastronomía en Tomás Jofré.
Lo dicho, comer en este pueblo es todo un motivo para visitarlo. En este pueblo se utiliza el formato de «Tenedor Libre» (se paga una suma fija y se come libremente el menú propuesto con la opción de repetir platos). Entre los platos famosos locales, están los raviolones caseros y por supuesto el asado, y entre los sitios célebres está el Almacén Fronteras, convertido en un restaurante de campo con pastas y parrilla, la Cabaña de Tomás Jofré, o la Esquina de Campo entre otros.
(*) Todas las imágenes pertenecen a Matías Callone y están bajo licencia Creative Commons.
Para pasar 3 o 4 dias para dos personas. a donde podrimos alojarnos?
Hola Sabrina, en mi caso estuve solo por el día, así que no puedo ayudar mucho con eso :(.
Encantador pueblo gastronómico, tranquilo y con restaurantes de campo donde se come a lo grande!
Así es 🙂 para pasar un día completo disfrutando
Muy Bueno el comentario de Jorge Born o Tomas Cofre , vivo en gral. Pico. Si voy por ruta 5 me queda de paso Como Born lo he sentido nombrar ahora por las fotos se ve hermoso .