Se llama Montfalcó Murallat. A solo una hora de Barcelona se encuentra esta pequeña aldea amurallada cerrada, uno de los mejores ejemplos de este tipo de poblados medievales en Cataluña. Es una razón más para explorar los alrededores de Barcelona.
Imagen Matías Callone (*)
Con apenas quince casas encerradas entre una imponente muralla (y rodeando una plaza), Montfalcó Murallat es un arca medieval por lo bien conservado. Se trata nada menos que de uno de los mejores ejemplos de villa amurallada dentro de Cataluña, ya que no posee edificaciones por fuera de la muralla, como si el tiempo no hubiera pasado.
En la foto se puede observar como el pueblo está encaramado en la colina, con su torre de la iglesia parroquial, donde estaban las defensas del pueblo. Por entonces pertenecía a la juridiscción del duque de Cardona.
Para empezar por ubicarnos, este es el mapa con el itinerario desde el aeropuerto de Barcelona hasta el pequeño pueblo de Montfalcó Murallat. En total son una hora y cinco minutos estimado partiendo desde el Aeropuerto (en el caso de no contar con coche propio, un buen punto para alquilar coche en la ciudad de Barcelona por la mayor oferta y disponibilidad):
Si siguen mis viajes en Instagram o en el blog, sabrán que me encantan estos pequeños puntos de algún modo perdidos en el mapa (al menos en el mapa de los destinos turísticos más usuales). Se encuentra en el municipio de Olujas, comarca de Segarra, y fue uno de los puntos de mi itinerario recorriendo las tierras de la provincia de Lleida.
Aunque en este post voy a puntualizar sobre este pueblo, también publicaré en nuevos posts mi itinerario. Sobre todo el detalle de los distintos lugares destacados de este viaje por Lleida. Se trata de una tierra llena de pueblos, castillos, y un patrimonio sorprendente disperso por preciosos paisajes rurales (y entre montañas).
Montfalcó Murallat es un paisaje medieval que se ha hecho eterno sin pretenderlo. Casas de roca con puertas de madera, algunos escudos o apellidos que dan cuenta de los propietarios de cada casa. Y sobre todo una plaza central en torno a la cual se organizan las casas y una pequeña iglesia parroquial.
En Montfalcó Murallat aún se utilizan llaves como esta:
La historia del pequeño pueblo se cuenta por siglos (y casi un milenio), y comienza con el reinado del conde de Berga. Como muchos puntos de la actual provincia de Lleida, este fue un territorio de frontera (y por tanto de conflictos) en tiempos de la dominación musulmana.
El interior del pueblo es pequeño y fácil de recorrer, pero muy bonito:
Si tienes la oportunidad de subir a la iglesia parroquial y su mirador, desde allí se pueden observar los tejados de las casas con variados niveles de antigüedad y restauración. Y sobre todo las vistas hacia los campos y el entorno rural:
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Montfalcó Murallat tiene un solo acceso a través de su muralla, una estrategia defensiva que también incluye giros de 90 grados en los ingresos, y que no se han modificado hasta hoy.
El pueblo es sobre todo un conjunto de casas en su mayoría utilizadas como segunda residencia. Por lo que lo más probable es que si caminas en un día de semana no sentirás más que silencio. También hay algunas casas que se ofrecen como alojamiento rural, por lo que es posible vivir la tranquilidad del pueblo y la zona unas noches.
En caso de ir a Montfalcó Murallat desde Lleida, la distancia es de unos 64 kilómetros y de poco más de una hora de conducción. Un paseo que también puede sumar visitas a pueblos cercanos como Guimerá (otro gran conjunto medieval), o el monasterio de Vallbona de las Monjas (parte de la ruta del Císter)
(*) Todas las imágenes pertenecen a Matías Callone y están bajo licencia Creative Commons / La visita fue realizada en el marco de un viaje por pueblos con encanto de Lleida organizado por la Agencia Catalana de Turismo.
