Hay ciudades como Acre en la actual Israel que son absolutamente increíbles de conocer y caminar perdiéndose por sus calles en su zona antigua fortificada. No sólo porque es un casco antiguo conservado de un modo asombroso, sino además porque caminaremos por una de las ciudades más antiguas del mundo.
En Oriente Medio es posible encontrar algunas de las ciudades más antiguas del planeta. Pero mientras algunas de estas ciudades no han podido conservar su casco antiguo, en Acre pareciera que los cientos y cientos de años han dejado muchos de sus rincones y callejones congelados.
Imágenes (*) Matías Callone
Acre y su ciudadela fue una de las sorpresas de las buenas en mi reciente viaje por Israel (que como cada viaje que hago buscando lugares increíbles voy contando en mi Instagram). Esta ciudad-puerto fortificada y milenaria está situada a orillas del Mediterráneo y nada lejos de la bahía y ciudad de Haifa.
¿Que tan antigua es Acre?. No hay datos precisos pero sí estimaciones de que está habitada en continuo desde hace al menos 3.500 años, y por tanto (y por estar en una zona tan codiciada) ha sido influenciada por distintas culturas e imperios, incluyendo el de Alejandro Magno, o el Imperio Bizantino, hasta ser incorporada al primer Estado Islámico bajo el nombre de Akko y dando un salto en el tiempo perteneciendo a la región geográfica de Palestina, hoy dentro del territorio de Israel. Aunque entrar en detalles sobre la historia de Acre sería extenderse párrafos y párrafos (aquí puedes profundizar sobre la historia de Acre).
Antes de seguir quisiera introducirlos a este casco antiguo con algunas imágenes:
Acre posee una ciudadela fortificada asomada al mar a modo de pequeña península. Es una ciudadela que poco a poco fue restaurada en algunas partes en tiempos recientes, pero que aún con sus «retoques» realizados para permitir su conservación (o adecuarla a tiempos modernos y turísticos), tiene historia impregnada en cada roca, y se respira como un sitio auténtico e inalterado por siglos.
Qué hacer en Acre
Caminando nos perderemos en más de alguna ocasión en un pequeño laberinto con callejuelas que atraviesan arcos, pórticos y nos llevan por calles atemporales (sobre todo si no hacemos caso a los locales que siempre nos indicarán para ir a las zonas más turísticas y salirnos de las partes que suponen aburridas y no lo son).
Entre tanto, encontraremos edificios notables, como la Mezquita de Jezzar Pasha del siglo XVIII y además otras auténticas joyas: la torre que se ve en la foto siguiente pertenece al caravasar (eran algo así como los precedentes de los hoteles, lugares que servían de descanso para viajeros en rutas comerciales). Se llama Khan al-Umdan y se lo conoce también como el «caravasar de los pilares» por su patio con columnas (es el más grande e importante conservado en Israel).
Por su parte, la mezquita de Jezzar Pasha es un ejemplo notable de arquitectura otomana, con elementos bizantinos y persas. Sus minaretes y el domo asoman en la silueta del casco antiguo y por sobre sus murallas. Son las mismas que terminan en el mar y que algunos jóvenes locales usan de plataforma para dar saltos al agua brindando un espectáculo pintoresco:
Pero lo que más recuerdo de mi paso por esta ciudadela es caminar sin rumbo hasta perderme completamente por sus calles, y retratar pasajes como este:
O llegar hasta la zona más animada en el antiguo mercado, donde se ofrecen productos de lo más variopintos, desde los suvenirs «hechos para turistas» hasta puestos donde se ofrecen alimentos frescos para los locales.
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Acre es una sinfonía de colores y texturas en calles con encanto:
Qué más ver en Acre
Hay varias mezquitas que uno se puede encontrar vagando sin rumbo fijo. La población de la ciudad es en su mayoría judía, aunque hay una minoría árabe que vive y convive dentro de las mismas murallas.
Otro punto interesante de un paso por Acre son los túneles subterráneos de los templarios. Curiosamente estos túneles fueron redescubiertos en el año 1994 en el subsuelo de Acre y hoy se pueden recorrer a modo de paseo-museo (tan claustrofóbico como asombroso).
Se pueden recorrer unos 350 metros a través de un túnel subterráneo por debajo del casco antiguo. Los templarios se instalan en Acre luego de abandonar Jerusalén, para construir allí la fortaleza y una importante parte de la actual ciudad.
Este es el recorrido de unos 20 minutos que puedes hacer por debajo de la ciudad de Acre:
Pero una vez sales a superficie, la ciudad sigue brindando postales y vistas singulares:
En Acre también hay varios lugares santos del bahaísmo, especialmente en sus alrededores. Y es que aquí estuvo preso el profeta Bahá’u’lláh, donde además pasó los últimos años de su vida. Junto con los jardines colgantes de Haifa, este conjunto de sitios sagrados están declarados como Patrimonio de la Humanidad.
Para finalizar, aquí tienes la ubicación de Acre en el mapa:
(*) Todas las imágenes pertenecen a Matías Callone y están bajo licencia Creative Commons.
Que maravilla de lugar gracias x compartirlo 🥰🥰🥰
Encantado de hacerlo 🙂