Pontremoli es una auténtica joya de Toscana. Aunque no precisamente de la zona más conocida de Toscana, sino de una región hacia el norte conocida como Lunigiana (que curiosamente no recibe muchos turistas). Por ello recomiendo pensar seriamente en un viaje a la Lunigiana como región.
Imágenes (*) Matías Callone
Después de mi viaje haciendo base por diez días en un pueblo llamado Bagnone en Lunigiana pude recorrer muchos de los puntos de interés de la zona. Y uno de los sitios que más me termina sorprendiendo fue Pontremoli.
Para explicar las razones de por qué impacta así, empiezo por describir su emplazamiento: el casco antiguo de Pontremoli está situado entre dos cursos de agua a modo de «isla» en un valle (el del río Magra) que comunica el norte de la Spezia con Parma. Allí se extiende la ciudad que asciende por una colina hasta terminar coronada por un castillo.
Por ejemplo, esta foto la hice desde el castillo:
Y esta vista desde el otro lado del río, desde donde se puede ver el castillo en lo alto:
Se trata del castillo del Piagnaro, uno de los mayores que se conservan en Lunigiana.
Segunda razón del encanto: Pontremoli toma su nombre de un puente antiguo que según la leyenda «tiembla» con las correntadas fuertes. De ahí el nombre «puente trémulo» > Pontremoli. Hay varios puentes que cruzan ese río. Uno de ellos, el más antiguo y peatonal, es precioso por su historia y su entorno:
Hasta aquí habrán notado que el clima no fue lo que más me acompañó en mi visita, pero no ha sido excusa para hacer lucir a Pontremoli en las imágenes.
Qué ver en Pontremoli
Y hay más singularidades: Pontremoli es sede episcopal, y por ello se explica las dimensiones de las cúpulas y torres de iglesias que sobresalen entre las casas.
Hay varias iglesias destacadas entre su gran patrimonio que es mucho más del que podríamos esperar para una ciudad de su tamaño. Las iglesias principales son la catedral de Santa Maria del Popolo con su duomo en color verde y su campanario dominando todas las vistas de la ciudad. Otra iglesia a destacar es la de San Nicolo, o la Santissima Annunziata junto a un monasterio.
Al caminar sus calles, la ciudad se muestra como un pueblo tranquilo (aunque mucho de tranquilidad seguramente se acentúa con el día de lluvia).
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Una vez que empiezas a caminar hacia el castillo en calles que ascienden por la colina, el casco antiguo se vuelve más antiguo (y medieval).
Y la tercera gran sorpresa es lo que espera dentro del castillo. Porque allí funciona el museo de las Estatuas-Estelas de Lunigiana (web oficial). Y aquí se dispara otra historia que cuenta miles de años. Entre las paredes medievales se exhiben esculturas antropomorfas de un largo período que va desde los cuatro mil a los mil años antes de Cristo.
Son figuras femeninas y masculinas que representan a diosas símbolo de la fertilidad, o héroes. Estas estatuas fueron encontradas en distintos puntos del valle y son una de las joyas y símbolos de Lunigiana. Por supuesto que se trata de figuras religiosas pre-cristianas y muchas de ellas fueron posteriormente destruidas por pertenecer a religiones paganas. Pero afortunadamente en el castillo se guarda una buena colección de piezas rescatadas:
Pontremoli es para recorrer en una mañana o un día si el tiempo acompaña para hacer excursiones en sus alrededores. También hay que explorar y descubrir la riqueza de sus palacios barrocos, las obras de arte en las iglesias, y entender la importancia de este paso estratégico en tiempos pasados (incluso era parte de la Via Francígena).
Pontremoli es una razón más para visitar Lunigiana.
Para finalizar, aquí tienen la ubicación de Pontremoli en el mapa:
(*) Todas las imágenes pertenecen a Matías Callone (bajo licencia Creative Commons)
