Es curioso como al lado de una de las ciudades y puertos más antiguos del mundo (Jaffa) creció en pocos años (algo más de cien) una de las ciudades más importantes junto al Mediterráneo como lo es Tel-Aviv. Y también es curioso como ese antiguo puerto que cuenta miles de años de historia supo conservar sus características de varios siglos atrás sin ser arrastrado por el crecimiento explosivo de su ciudad vecina.
Imágenes (*) Matías Callone
Mientras en Tel-Aviv emergen modernos rascacielos, caminar en Jaffa en la zona histórica supone un viaje al pasado (y a ambas no las separan más que unos metros). Jaffa es una ciudad de la que consta presencia humana y actividad desde al menos el 7.500 a.C. Y el puerto natural de Jaffa se ha utilizado como tal desde al menos la Edad del Bronce: por ello está considerado uno de los puertos activos en continuo más antiguos del mundo. Solo imaginemos todas las historias, culturas y civilizaciones que pasaron por allí.
A Jaffa se puede llegar caminando desde Tel-Aviv en pocos minutos con solo seguir la línea de costa (y playas). Y ese es el modo en el que llego para capturar las fotografías que comparto ahora, y también subo a mi Instagram día a día.
Lo dicho, es imposible perderse. Y cuando llegas a Jaffa el paisaje urbano cambia por completo: los rascacielos son un paisaje lejano y en el casco histórico de Jaffa lo que se repiten con callejuelas de estilo árabe y construcciones que fueron restauradas pero conservan el aspecto de antaño.
Pero mejor que describirlo en palabras es dar un paseo visual a través de las fotos. Así se ve Jaffa cuando llegas caminando desde Tel-Aviv (y sí, el agua y las playas son preciosas):
Poco a poco, el viejo puerto, sus minaretes y edificios se van restaurando:
El puerto de Jaffa en su costa (en la foto se puede ver una puerta y escalera por la que entras al casco antiguo):
Una vez en el casco antiguo, este es el aspecto y estilo:
Callejuelas que parecen de otro tiempo (vale decir, el casco antiguo no es muy grande y lo puedes recorrer en una media hora). Jaffa es tan antiguo que aparece mencionado en historias bíblicas, pero también tuvo su etapa bizantina, islámica, conquista por los cruzados, los mamelucos, los otomanos (en dos períodos) y por si faltaba más, hasta Napoleón puso sus ojos y ejército allí. Para acercarnos a nuestros tiempos, el Imperio Británico tuvo bajo su mando a Jaffa, para pasar luego por la Guerra árabe-israelí hasta la actual Jaffa donde la población es mayormente judía, y en segundo término árabe.
Las huellas del pasado, y las religiones son evidentes en templos, o en los monasterios presentes en algunas de sus calles:
Hoy el casco antiguo está bastante restaurado aunque respetando su aspecto original:
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Y no faltan los turistas que llegan en grupos a visitar la ciudad antigua:
Hacia el interior hay más calles de la ciudad vieja, y no faltan tiendas de recuerdos, o galerías de arte.
En una de las entradas al casco antiguo de Jaffa encontraremos el «árbol flotante» de naranja, una instalación artística del año 1993 realizada por el escultor Ran Morin. El árbol de naranja es un símbolo de la milenaria ciudad y esta escultura representa el árbol de la verdad, relacionado con acontecimientos históricos y leyendas locales.
Las construcciones características.
Volviendo a la costa, así se ve Tel-Aviv desde Jaffa:
Pero también te puedes salir de la parte antigua de Jaffa para encontrar otros atractivos en la zona más moderna. Así que nos damos un paseo más:
En la zona moderna apenas sales de el casco histórico hay casas en las que viven artistas, lo que le da a la zona cierta atmósfera bohemia:
Aparecen negocios, tiendas, tráfico:
Pero lo interesante, es que una zona junto al casco antiguo funciona como un mercado de antigüedades y algunas tiendas de diseño:
Tal vez sea una oportunidad para algunos buscadores de tesoros, pero también hay mezclados otros objetos sin mucho valor:
En resumen así es el mercado en la parte más moderna de Jaffa:
Hoy Jaffa junto a la capital de Israel integran una entidad municipal (Tel Aviv-Yafo). Pero el perfil de ambas ciudades es completamente distinto. Es sin dudas uno de los puntos imperdibles a visitar en tu paso por Tel-Aviv.
(*) Todas las imágenes pertenecen a Matías Callone, y están bajo licencia Creative Commons (vía Flickr)
Gracias, bellisimo todo y cautivante. Linda informacion.
Gracias a ti María por comentar 🙂
MUY INTERESANTE LA INFORMACION, GRACIAS.
Hola, de nada! bienvenida por el blog.