Como buenos viajeros seguro somos aficionados a los mapas. Y como buenos exploradores, seguro que apreciaremos recorrer algunas de las islas más remotas del planeta.
Incluso si estamos deseando irnos a un lugar lejos de todo (donde olvidarnos de absolutamente todo al menos por un rato) no está mal tener siempre a mano este mapa elaborado por la web Remote island Junkies.
El mapa posiciona islas más y menos remotas (uno puede ir desde la isla de Malta, a islas tan aisladas como Tristan de Cunha, el lugar habitado más remoto de la Tierra). O incluir islas tan perfectamente tropicales como el Atolón Palmyra, o tan gélidas como la isla Bjørnøya (Bear) o isla del Oso, en el archipiélago noruego de Svalbard (un auténtico mundo perdido)
Pero en el mapa también hay lugar para islas ficcionales como San Serriffe, una elaborada broma realizada por el periódico The Guardian hace muchos años, en homenaje a la tipografía San Serif (utilizada a menudo en los titulares de los diarios). De hecho la broma sobre la existencia de esta isla ha tenido tal efectividad, que éste sitio inexistente figura en una entrada en Wikitravel hecha a modo de homenaje.
Ya lo sabes, que si aún quieres irte a un lugar más lejos que una isla remota de verdad, puedes comprar tu billete de avión al Aeropuerto Internacional de Bodoni, la capital de San Serriffe. Claro que todo en un mundo imaginario.
Bueno lo de San Seriffe no me extraña viniendo de un medio anglosajón tan proclives ellos a la falsedad.
Leer en Wikipedia en ingles los descubridores de las islas del Pacifico es como ir a una película de humor. Apropiándose de los descubrimientos personajes ingleses del siglo XVIII sin ningún mérito de descubridor, cuando dos siglos antes los españoles ya habían estado y dado nombre a islas deshabitadas y habitadas.