Esto es lo bueno (y lo malo) que te puede dar un blog de viajes (mi balance 2016)

Un blog te puede dar muchas cosas buenas, y muchas cosas malas. Si te cuentan que todo es bonito y perfecto….en fin, a mí eso no me pasa. Sin embargo en este post en el que voy a resumir lo bueno y lo malo que te puede dar tener un blog de viajes, intento hacer un balance equilibrado de 2016.

Para empezar, en este post voy hacer algo de terapia blogger, algo así como sentarme al diván del mundo de los blogs de viajes para hablar de «mi parte psicológica» de llevar un blog (esto va un poco en broma).

Una de las cosas que me pasó a mediados de este año es que tenía un sentimiento extraño y que no me podía quitar: a pesar de todo lo que estaba viviendo y que me venía dando el blog durante largo tiempo experimentaba sentimientos encontrados. No me lo van a creer, pero hacia julio y gracias al blog tenía concretados varios viajes y experiencias (que ya verán en este mismo post), y mi sensación era la de una frustración por viajar poco o menos de lo que quería, pero eso no era todo. También sentía que mi blog estaba dándome mucho trabajo (cada vez más), y eso no se redituaba con el esfuerzo que venía realizando horas y horas sentado en la computadora.

Hoy me doy cuenta que esas sensaciones no eran del todo ciertas, o más precisamente, eran ciertas en parte, porque lo que pude viajar, o el trabajo que invierto en el blog, se compensa con creces con lo que puede vivir este año. Me preocupa que no pueda darme cuenta de eso o que a veces me ponga un poco negativo.

A modo de resumen, hacia octubre me largué a escribir y publicar el post que leyeron más de 2.000 personas en pocos días en este mismo blog (que se actualiza muy poco): Hace cuatro años que vivo de un blog de viajes, y esta es mi experiencia. Fue una especie de descarga en la que necesitaba contar que no todo es ni blanco ni negro en tiempos donde se vende mucho que «todo es fácil». Escribir eso me sirvió para darme cuenta que el hecho de tener un blog que me da tantas satisfacciones (y que me da algunos dolores de cabeza), también me hace sentir afortunado y conforme conmigo mismo en cuanto a que vivo y me gano la vida haciendo algo que me gusta (que no tengo claro si es lo que más me gusta), pero me gusta y lo disfruto.

Y que en todo esto el factor suerte tiene algo de peso, pero no el mayor peso. Sobre todo se trata de esfuerzo, de muchas horas, de mucha dedicación y mucho de apostar al medio y largo plazo. Sepan que cuando alguien me dice «que suerte la tuya» yo me río por dentro. Porque lo que me llevó a completar todos estos años en el mundo blog no fue precisamente una apuesta a la suerte, sino todo lo contrario.

Balance de año (vuelos y aviones)

Este año en el que por momentos sentí que había viajado poco lo cierro pasando un mínimo de tres o cuatro días (en Brasil, Alemania y Noruega) y un máximo de varios meses por 8 países en total (esto sin contar ni sumar escalas en aeropuertos y países en los que estuve pocas horas) .Un itinerario de viaje que solo en el rubro de vuelos y aviones es el siguiente:

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A través de la web Flyghtdiary hice mi diario de vuelos 2016 emulando al blog de viajes de SirChandler (aún estoy bien lejos de sus estadísticas de vuelos por cierto), estuve 54 horas arriba de 16 aviones, recorriendo 34.670 kilómetros en total, en 3 continentes y pasando por 16 aeropuertos, que se dice pronto.

Esta web (Flyghtdiary) que termino de incorporar a mis herramientas viajeras, también te brinda estadística de tus viajes de forma muy gráfica (incluyendo número de vuelos, kilómetros, horas en el aire y toneladas de contaminación aportada al mundo 🙁 en forma de co2, dato que no me enorgullece nada…. entre otros datos):

Hitos viajeros del año.

– Visitar por segunda vez en mi vida (pero primera vez adulto) una maravilla natural del mundo como lo es Cataratas de Iguazú (fotos y post en el blog). Un momento cumbre de este viaje es llegar al borde de la Garganta del Diablo, el punto donde la naturaleza te hace sentir que puede tragarte.

– Volver a Italia en un blogtrip, a un sitio tan especial como lo son las islas Eolias (aquí tienes el post y las fotos). Un destino entre volcanes, playas de arena negra, y senderismo, una oportunidad de pasarse en ferry de una isla a otra en un mundo perdido en el Mediterráneo.

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– Pasarse dos días viviendo Barcelona en apartamentos de alquiler (una experiencia que hice con alojamiento patrocinado y sintiéndome un local en la ciudad).

– Hacer dos roadtrips con coche de alquiler por Francia que me los guardo en la lista de sueños viajeros cumplidos.

Roadtrip 1. El primero de ellos, una semana recorriendo el valle del río Lot (post con la ruta y detalles) y otro el valle del Dordogna (ruta y detalles). Todavía recuerdo maravillado este viaje, la sensación de libertad y el olor a verano descubriendo pueblos, castillos y paisajes que parecen salidos de un cuento. El hito del viaje tal vez fue conocer pueblos como Rocamadour, caminar los jardines del castillo de Marqueyssac, o descubrir uno de los pueblos más lindos que pueda ver en la vida, sin pasar por alto uno de los pueblos más sorprendentes del viaje (Autoire, por lo poco conocido).

Roadtrip 2. El segundo Roadtrip inolvidable fue el viaje a la región francesa de Alsacia. Es un sueño viajero hecho realidad pasando por pueblos de cuento vestidos de Navidad. Una de las joyas de este viaje fue descubrir un pueblecito como Kaysersberg, pero todos los consejos y lo imperdible de esta región lo pueden encontrar en esta guía que hice para recorrer Alsacia.

Llegar a África por primera vez. Un sueño cumplido con una introducción inolvidable: viajar en plan mochilero y por libre 20 días improvisando Marruecos. Las frutillas del postre de este viaje impactante fueron dos en realidad: la sorprendente y laberíntica ciudad de Fez, y la experiencia de dormir una noche en el desierto del Sahara en un campamento estilo bereber. Marruecos es un viaje a «otro mundo» desde mi óptica claro, pero un viaje de esos que te impactan y que por el estilo en que lo hice te hace sentir la intensidad y esencia de viajar. Otro de los hitos de este viaje, pasar dos días de relax en una ciudad de castillos de arena en un paisaje semi-desértico.

Quedar en la final de un concurso, y finalmente quedar afuera por cuestiones burocráticas (que ni viene al caso detallar). Este año presenté un relato a un concurso blogger y quedé finalista, lo que implicaba ya ganarse un premio más que interesante y competir en la final por uno mayor. Pero la burocracia organizativa y cuestiones de reglamentación finalmente me dejaron afuera. Uno de los sabores amargos del año: ganar algo y que te lo saquen :(.

Conocer los fiordos noruegos. Este fue uno de los tres paisajes naturales más alucinantes del año viajero, junto a las cataratas de Iguazú y la noche en el desierto del Sahara. Visitar los fiordos seguro es un hito para cualquiera, uno de esos viajes a tachar en la lista de cosas que hacer en la vida. Y lo pude hacer de la mano de un vuelo patrocinado, y una estadía también patrocinada como huésped de honor en Bergen. Aquí puedes ver mi post sobre este viaje a Bergen y como conocer fácil (en cuanto a la logística) los fiordos.

Explorar parte del Pirineo francés. Otro de los destinos al que le dediqué varios momentos del año y que pude explorar siguiendo y armando esta ruta por el Pirineo francés con la experiencia en muchos de los puntos.

Seguir conociendo rincones apartados de Catalunya, y por ejemplo, llegar a pueblos tan bonitos y «perdidos» como Beget.

– Vivir cantidad de momentos alucinantes en viaje, y que jamás voy a olvidar: darse un baño en un hamman en Marrakech (entrar teniendo poca idea de como sería y que termines semi-desnudo con una asistente que te enjabona como si fueras un bebé aún me causa gracia), alquilar y vivir una semana en un departamento en un barrio medieval en Cahors (en el roadtrip 1 en Francia), o quedarte por casualidad dos noches en un departamento de cuento dentro de un barrio de postal de Colmar (roadtrip 2). Caminar por varios días con un paraguas en Bergen (Noruega) y sentir que te tratan como un rey con la oficina de turismo a tu disposición para organizar mil cosas. Compartir por casualidad una jornada de fotos al atardecer en Marruecos con un fotógrafo de National Geographic, quedarte sin combustible a las cinco de la mañana en el desierto del Sahara mientras te llevan a alojarte a un hotel (también un poco en medio de la nada), darte un baño en un río solitario en un anochecer sofocante en Francia y sentir esa libertad total que encuentro en los viajes, visitar mercadillos navideños en cada pueblo de Alsacia….y así podría seguir.

Lo malo (de ser blogger)

Todo lo anterior es lo que uno suele recordar. Y lo que uno quiere olvidar del año son los percances técnicos del blog, especialmente la caída del hosting más larga, desconcertante, y desesperante que tuve en mi historia blogger, pasando días sin saber ni por donde tocar para recuperar mi blog. También hay cosas que me harán parecer quejoso, como terminar odiando los aeropuertos y disfrutando poco los viajes en avión, o agotarse con la parte de gestionar los viajes, hacer reservas, tomar decisiones a cada momento sin respiro. Hay adrenalina detrás de esta colección de experiencias idílicas, y una parte que ningún blogger quiere contar (si, sueno dramático pero pasa).

Los números del blog. 

A pesar del varapalo anterior, del que hay que remontar en Google después de quedar mal posicionado (últimamente vengo teniendo un percance técnico grave en el blog por año, un dato que me preocupa), el blog pudo mantenerse con un nivel de visitantes por encima de los cinco millones únicos anuales, y rozando los seis millones. Es un dato genial, y aún me doy cuenta que estoy perdiendo la capacidad de valorarlo tal como es: sigo haciendo yo solo uno de los blogs de temática viajes más leído de habla hispana a pesar de todo, y aunque ese no es mi objetivo es un dato que no debo olvidar para mantener los pies sobre la tierra y no ponerme pesimista.

Hitos 2016 del blog (101 Lugares increíbles)

Más de 5 millones de visitantes únicos

Alcanzar los 25.000 suscriptos por email

Sumar más de 80.000 seguidores nuevos en redes sociales para pasar largamente los 200.000 seguidores totales

Sobrevivir a un incidente técnico grave en el blog.

La foto del año viajero:

Creo que es esta foto sentado en Erg Chebbi es la que me guardo como emblema de lo que hice en 2016:

Resumen de datos:

Estuve en 8 países (al menos cuatro días en todos ellos, hasta un máximo de varios meses en Argentina y España o 20 días en Francia y Marruecos)

8 meses continuos «en viaje» (o alejado de mi zona de confort argenta)

54 horas en aviones

2 roadtrips en Francia (con coche de alquiler)

2 blogtrips (a Bergen Noruega, y a las Eolias en Italia)

1 viaje mochilero a Marruecos y 1 noche en el desierto (en Erg Chebbi, Marruecos)

Casi 6 millones de usuarios únicos en el blog 101 Lugares Increíbles

1 percance técnico grave con el blog offline por más de una semana

El futuro. 

Estoy tratando de apostar a diversificar las canastas, a depender menos de papá Google (que como «padre» se está poniendo bastante poco predecible, y poco amigo con sus exigencias y competencia bastante poco ética, por resumir, incentivando cada vez menos a los que desarrollamos contenido), llevo un proyecto que debía sacar adelante en 2016 y se me fue el año sin concretarlo, por lo que es mi desafío para 2017. Lo mismo, de lo malo y de lo que me preocupa a futuro del mundo blogger estoy sacando apuestas para remediarlo, en un año que en términos económicos blogger tengo que reconocer que fue bien a pesar de todo.

Con todo, este es mi resumen del año blogger. Y no tengo más que estar agradecido que a todo este baile de números y virtualidad se corresponde del otro lado una cantidad de seguidores y visitantes que cuando pienso bien me asusta un poco. Son ustedes, del otro lado los que me transmiten confianza para seguir adelante.

Deseando un feliz 2017! y ojalá cumplan sus sueños viajeros 🙂 (en lo que pueda ayudar estoy, no duden de eso)

2 comentarios de “Esto es lo bueno (y lo malo) que te puede dar un blog de viajes (mi balance 2016)

  1. Raquel dice:

    Como viajera empedernida que soy, tengo que felicitar-te por tu maravilloso blog.
    En estos últimos años he viajado por Francia, (la zona de Normandía y Bretaña y también el Loira) Italia (un viaje inolvidable durante 15 días recorriendo la Toscana) y este verano Reino Unido.
    Me encanta leer tus viajes, y tengo que reconocer que he conocido muchos pueblos y ciudades a través de tu blog, y luego he tenido la suerte de visitar.
    He tomado notas para futuros viajes (como el de Alsacia el próximo año) y cuyo post me enamoro más si cabe de esa zona de Francia.
    Me hizo muchísima ilusión ver tu post sobre Beget, pues es uno de mis pueblos favoritos, y que no es de los más conocidos. (Aunque la carretera esta llena de curvas, pero vale muchísimo la pena)
    Y tus post sobre mi ciudad, Barcelona, que me apasiona. Me encanta perderme por las calles del Barrio Gótico y descubrir las maravillas que hay escondidas en la ciudad.

    El próximo año seguiré leyendo tus aventuras (y alargando la lista de mis viajes pendientes… jajaja). Te deseo un 2017 lleno de felicidad y viajes inolvidables!!

    Raquel

    • Matias Callone dice:

      Hola Raquel, gracias por comentar que alguna vez ayudé a diagramar o inspirar algún viaje :). Ya que lo mencionás, Beget también fue una de las sorpresas y experiencias que más cuento de este año por Catalunya, es una sorpresa un poco apartada, y eso le da magia. Y gracias por seguirme y comentar, buen año!

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