Si estas buscando lugares de Grecia junto a un mar cristalino que parece piscina, donde los turistas llegan pero aún no son una invasión, donde la vida se vive al estilo mediterráneo (con el sello griego), el verano parece eterno, y la gente parece vivir sin preocupaciones insalvables estás en el post indicado. A continuación indagamos sobre cinco pueblos que se pasan de bonitos, y son ideales para una espada a «retirarse del mundo» (lo que incluye olvidarse del wifi aunque haya en el hotel, perder la señal del móvil, y simplemente quedarse unos días a vivir sin que exista un mañana).
Los cinco elegidos para un retiro griego con riesgo de querer quedarse más tiempo son:
1. Un pueblo perdido junto a una piscina natural (Limeni)
Un sitio tan pequeño que apenas aparece mencionado en la costa oeste de la península de Mani, Laconia. Apenas es un puñado de casas, pero todo junto a un mar tan cristalino que parece una piscina natural. Limeni es tan solo una línea de casas junto al mar, pero un mar que resume la belleza que podríamos esperar (como mínimo) en Grecia. Las construcciones se ve con el estilo y tipo de construcción característica de las poblaciones griegas, y aquí solo prevalece la tranquilidad.
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2. Un pueblo griego que parece una maqueta (Symi)
Sus casas parecen una escenografía, el paisaje parece ser un “montaje”, el colorido a menudo acrecienta la sensación de irrealidad. Un pueblo que se ilustra en imágenes que nos hacen dudar si se trata de una maqueta. Symi no puede faltar en ésta lista de sitios idílicos y casi siempre, poco conocidos para apuntarse.
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3. Un arca temporal entre acantilados (Monemvasía)
Monemvasía es una población que está fortificada y encerrada en una pequeña península al pie de un promontorio rocoso. Tan encerrada como para tener una sola entrada “fácil” luego de la barrera que supone un acantilado de casi dos kilómetros de largo y 300 metros de altura. Tan apartado y a resguardo por siglos, es un encantador caserío de fachadas de piedras y calles angostas (algunas de ellas empinadas en forma de escaleras) en el que quedan murallas, la antigua mezquita, iglesias, ciudadela y un entorno que tampoco está alterado, completando un viaje en el tiempo en la costa este del Peloponeso.
4. Folegandros.
Entre las islas que continúan desoladas, intactas y apacibles sin querer dejar de serlo se encuentra Folegandros, un buen sitio para apuntar en la lista de islas idílicas, como una enorme “roca” que emerge en el mar Egeo, salpicado de pequeñas casas blancas que miran al mar desde lo alto, o que se vuelven naranja al atardecer. Apenas 765 habitantes permanentes, apenas tres pueblos que no pasan de ser un caserío. Apenas caminos. Sobran en proporción, acantilados, cuevas, atardeceres inolvidables y playas notables de aguas cristalinas (y algo pedregosas) que se disfrutan mucho y entre pocos.
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5. Este pueblo escondido de Grecia está junto a una piscina natural y “no conoce” de coches (Loutros)
Creta es una isla de las más turísticas de Grecia. Loutro está en Creta pero poco o casi nada conoce de masividad turística: es un antiguo pueblo de pescadores apartado, con unas pocas casas encaladas de las que en reducidos metros terminas junto a un mar turquesa (que más parece una piscina natural que un mar). No está comunicado por carreteras ni se escuchan coches porque ni siquiera cuenta con calles: solo se puede llegar en barco a las casas al pie de una elevación rocosa.
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Me gusto muchísimo
🙂 Gracias por comentar