A Primosten lo nombrábamos en una entrada como uno de los 6 lugares que parecen de fantasía en Croacia. Un pequeño pueblo, ejemplo de las maravillas que hay por ver en la costa del Adriático. El centro histórico estaba antiguamente amurallado y protegido por torres defensivas, hoy la ciudad se ha extendido en su entorno, un particular paraíso con playas para tomar nota.
El entorno, suma una colección de islas, bahías, calas y playas de agua turquesa. Entre ellas, la playa Raduca es una de las más bonitas de Croacia. El centro medieval conserva la tranquilidad de antaño, un apacible caserío de pescadores en donde sobresale la construcción de una iglesia (Sveti Juraj) en lo que era la isla, hoy comunicada y unida por una calle.
En otra de las salientes costeras que se ve en la imagen aérea, se ve la península Raduča, conservando su frondosa vegetación, aunque con algunas edificaciones de hoteles:
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Imagen Hotel Zora Primosten Hotel Zora Primosten
Primosten era una isla, pero con el tiempo, quedó conectada con la construcción de un puente, y posterior relleno. Es en la zona histórica donde está el mayor encanto, con su atmósfera apacible, sus calles estrechas, y casas de tejados rojizos. Las playas son de pequeñas piedras (no de arena), pero bañadas por un mar azul intenso y turquesa en las partes menos profundas. Un poco más alejado de la costa, los viñedos de Primosten son famosos por su labor y estilo, y actualmente están bajo consideración para ser reconocidos como Patrimonio de la Humanidad.
No muy lejos de Primosten se encuentran otras ciudades turísticas croatas sobre el Adriático como Sibenik o Vodice.
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