Se llaman Fairy Pools. lo que vendría a traducirse como piscinas de hadas. El nombre se explica porque simplemente, parece un lugar mágico. Se encuentran en la isla de Skye, en el valle de Brittle, y son en conjunto una atracción por la encantadora sucesión de estanques turquesa (o color esmeralda según la luz del día), cascadas, y más piscinas naturales. Es difícil a simple vista resistir a un chapuzón, aunque el agua helada hace fuerza para que los visitantes se queden afuera:
Las piscinas de hadas se visitan a través de una caminata completa de unos 40 minutos, que por supuesto, se puede extender con el tiempo dedicado a cada piscina. Y es que al verlas, será difícil no detenerse para tomar fotografías o simplemente animarse a un chapuzón. El sendero es un camino rústico y rocoso, de cierta dificultad. Pero la recompensa serán los rincones de gran belleza:
El pueblo más cercano a Fairy Pools se llama Carbost, y se llega por la ruta que une Glenbrittle con Carbost (el paseo empieza a unos diez minutos del último pueblo), en la costa este de la isla de Skye. Se recomienda evitar días de lluvia abundante, sobre todo porque la corriente en los estanques suele ser peligrosa.
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