Farallones naturales de roca gigantes custodiando el valle, un campanario que asoma por sobre el nivel del agua en un embalse, un pueblo congelado en la Edad Media, un monasterio que parece «aplastado» entre peñascos, un paraíso de montaña, y un paseo entre decenas de cascadas.
Son los seis primeros lugares curiosos de una lista para explorar las maravillas de Aragón (algunos más o menos conocidos), otra de las comunidades autónomas de España que recorremos luego de hacerlo de igual modo con Galicia y Asturias.
1. Unos farallones de roca gigantes (Mallos Riglos)
Los mallos son un tipo de formación geológica rocosa a modo de farallones o agujas de material calcáreo, característicos del valle del Ebro. Los mallos de Riglos, son uno de los ejemplos más espectaculares de ésta formación natural. Se encuentran a unos 45 kilómetros de la ciudad de Huesca en las sierras del Prepirineo, junto a la localidad de Riglos. Algunas de éstas torres de roca alcanzan los 275 metros de altura y son un paraíso para escaladores, además de ser protagonistas de vistas imponentes:
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2. La iglesia que asoma en un embalse (Embalse de Mediano, Huesca)
Tan sólo una tímida torre (la de una iglesia) asomando por sobre el nivel del agua, torre que da cuenta de que algo curioso ha pasado en éste sitio: el embalse de Mediano, en La Fueva, dejó bajo el agua en el año 1974 el núcleo urbano de Mediano. Y de aquella población, apenas queda el campanario de la torre de la iglesia que emerge sobre la superficie. El sitio, es un particular lugar donde muchos se largan a practicar buceo:
3. Un pueblo congelado en el tiempo (Alquézar, Huesca)
Situado en la comarca Somontano de Barbastro, a orillas del río Vero y coronado por el castillo Colegiata, Alquézar es uno de los pintorescos reductos medievales de ésta comunidad. El encanto de sus calles, casas y vistas saltan a la vista en cada foto:
4. Un paraíso de montaña (Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Huesca)
Parte del Pirineo oscense, ésta maravilla natural se encuentra dentro de la comarca del Sobrarbe y es uno de los paraísos de montaña protegidos más antiguos de España (y uno de los Patrimonios de la Humanidad declarado por la Unesco). El Parque Ordesa y Monte Perdido es una buena colección de majestuosos valles glaciares y crestas montañosas ideales para explorar y disfrutar de la naturaleza, bosques, ríos:
5. Un monasterio en una cueva entre peñascos (Monasterio de San Juan de la Peña, Huesca)
Además de su enorme valor histórico, el Monasterio de San Juan de la Peña está situado en un enclave por demás particular. Como parte del camino aragonés del Camino de Santiago, es un rincón de leyendas con más de mil años de historia, y un panteón donde están enterrados algunos de los monarcas de Aragón y Navarra. También son muy curiosos los capitales del claustro por sus motivos:
6. Un paseo entre cascadas en Monasterio de Piedra (Zaragoza)
En la provincia de Zaragoza se encuentra Monasterio de Piedra, hoy un sitio histórico con sus recintos, torre medieval, iglesia, y sus etapas y estilos arquitectónicos que van del gótico al clásico barroco. Pero en particular, nos concentramos en su entorno y su mágico paseo entre decenas de cascada y densa vegetación. Entre las cascadas, se incluye una de más de 50 metros de caída (Cola de Caballo), protagonista de un paseo de más de 5 kilómetros de senderos entre piedra caliza, cuevas y grutas:
Ver Parte 2
El Monasterio de Piedra es una maravilla única que hay que ver al menos una vez en la vida