Se llama Leavenworth, un pequeño pueblo de apenas 2.000 habitantes que nació como parte del plan de expansión del ferrocarril en el extremo noroeste de Estados Unidos (Estado de Washington) hacia fines del siglo XIX. Es una área de bosques y montañas cerca del río Wanatchee, por lo que la ciudad creció como una pequeña comunidad en casas de madera. Pero una vez caído el impulso del ferrocarril (fue trasladado a otra ciudad en 1920) Leavenworth entró en un largo período de decadencia en el que tuvo que aprender a reinventarse. Y vaya que lo consiguió, porque desde el año 1962 un comité local se encarga de revitalizar la ciudad transformándola en una «clonación» de un pueblo de Baviera que parece extrapolado de Alemania, todo con fines turísticos.
De hecho, antes de implementar ésta idea, el pueblo estuvo a punto de convertirse en fantasma por la ruina económica. El cambio fue notable: caminando por sus calles, es hasta difícil no creerse que caminamos en algún animado pueblo de cuento de Baviera o por una buena maqueta a escala real. Pero sobre todo, para contribuir a la recreación, el entorno de montaña que hace de telón de fondo termina por confundirnos, con sus montañas, bosques y sus fuertes nevadas invernales.
La transformación del pueblo casi en ruinas se realizó inspirándose en el poblado de Solvang, un pueblo que parece danés también en Estados Unidos. Se fueron remodelando las fachadas casa a casa bajo la iniciativa de dos residentes locales, financiados de forma privada con créditos en los que algunos residentes llegaron a hipotecar todos sus bienes. El sueño de «mudar» el pueblo a Bavaria fue consolidado, tanto es así, que hoy es un exitoso destino turístico en donde además, celebran el Oktoberfest o en Navidad, so e convierte en un pueblo que parece sacado de un cuento mientras las calles se llenan de vida.
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Leavenworth se encuentra en el condado de Chelan y es un simpático rincón alemán en uno de los extremos de Estados Unidos. La otra opción para ver algo parecido, será dar un salto en el charco para viajar bastante más lejos en el Viejo Mundo.