Entre castillos, bosques, ríos «amurallados» por grandes acantilados, y constantes amenazas de asedio durante largos siglos…así podría resumirse la situación de muchos de los pueblos de la zona de Périgord. Pero además, la búsqueda de lugares protegidos donde vivir no es asunto del medioevo únicamente, sino además, de varios milenios hacia atrás. En ésta región de Francia, conectada por el río la Dordogne (aquel entre pueblos medievales «colgados») y el Vézere, se repite ese mecanismo de construir y asentar casas, pueblos y ciudades en sitios que hoy nos resultarían inverosímiles.
Poblaciones que pretendían ser auténticos refugios, pero además, rincones donde se realizarían importantes descubrimientos relacionados con el hombre de Cro-Magnon. En particular, en la zona de Les Eyzies de Tayac-Sireuil, un poblado junto a cavernas donde además, no es nada extraña encontrar construcciones que parecen estar a punto de ser «aplastadas por un acantilado»:
En Les Eyzies, el acantilado, que poseía cavidades naturales en la piedra caliza ocupadas por el hombre en la prehistoria, se adaptaron a la forma de construir (y modificar esas cuevas) adaptándolas a viviendas en tiempos medievales:
Les Eyzies-de-Tayac-Sireuil se encuentra sobre la ribera izquierda del río Vézére, el sitio donde en el año 1868 el geólogo Louis Lartet descubre los primeros cinco esqueletos de cromañones. En el poblado, hay desde estatuas dedicadas al hombre primitivo, hasta grutas con pinturas rupestres, un museo dedicados al hombre cro-magnon, y entre ellos, el destacable Museo Nacional de Prehistoria, en el centro del pueblo. En las imágenes finales, se puede ver en los acantilados las cuevas utilizadas por el hombre primitivo, en la zona de Périgord:
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Más información sobre Les Eyzies-de-Tayac-Sireuil en Wikipedia
A mi me recuerda a Alcalá de Jucar, en La Mancha, pero no teniendo este último el carácter medieval.
Me recuerda a Setenil.