Las islas Zubair son un grupo de 10 islas volcánicas que se encuentran sobre un escudo de volcán en el Mar Rojo. A una altura de 191 metros sobre el nivel del mar, entre ellas se encuentra la isla más nueva del mundo que ha nacido en medio de un volcán que ha permanecido activo desde tiempo ancestrales.
NASSA Goddard Space Flight Center
Estas islas hoy pertenecen a Yemen y su belleza no tardó en convertirla en un sitio preferido por viajeros de todo el mundo. Aquí, una foto del antes y el después:
NASSA Goddard Space Flight Center
La isla más grande del conjunto es Zubair, que es además la más “joven” de todas. Las siguientes menores en edad son Centre Peak, Saba, Haycock, y Saddle. El volcán nació en una grieta en sentido noroeste/ sudeste. Comenzó con un período de erupciones que, al aquietarse, dejó que la erosión marina tuviera lugar.
La naturaleza siguió haciendo de las suyas en la zona, con períodos de explosiones y erupciones efusivas que fueron conspirando en materiales y formas dando vida al grupo de islas Stark y Barren que hoy podemos disfrutar. El último gran evento que el volcán desplegó para asombro de todos puede decirse que fue ayer nomás pues ocurrió el 19 de diciembre de 2011. Desde las profundidades del mar la actividad empezó a bullir con toda la fuerza que fluye desde las entrañas de nuestro asombroso planeta.
La tecnología estuvo allí en forma de satélite para captar la columna de vapor en el mar, un hilo tupido que subía y se expandía entre las islas Haycock y Rugged. Pronto, desde la superficie también los pescadores alertaron de que la lava avanzaba y subía y bullía mientras un increíble hecho ocurría: la erupción submarina estaba creando una nueva isla en este grupo selecto.
Así como venida de un acto mágico, de la alquimia misma de la vida que vive bajo nuestros pies y que desconocemos, el 12 de enero de 2012 la nueva isla estaba con nosotros, con un tamao de 530 por 710 metros. Como si la sorpresa no hubiera sido lo suficientemente grandiosa la isla también tiene un lago en un cráter. Ahora, los viajeros pueden llegar a este pico de tierra en el Mar Rojo para ver su belleza, su vida silvestre, hacer buceo y hasta un poco de trekking por el volcán.
