Las Cataratas de Palouse son un gran salto que da el río del mismo nombre. Esa precipitación esplendorosa se da 6 km corriente arriba de la confluencia con el río Snake, al sudeste de Washington, Estados Unidos.
La Catarata tiene una altura de 60 metros y se desprende desde 6.1 metros. De hecho, conforman una sucesión de caídas, siendo la más pequeña de 55 metros. Pero no es sólo la catarata la que se lleva las miradas de los visitantes sino que todo el entorno en que se enclava, que es un increíble cañón, hace de esta excursión una aventura única.
La parte del cañón desde donde baja la gran cortina de agua llega a los 115 metros sobre el nivel del mar y, además, es una muestra clara del Grupo Basáltico del río Columbia. Todo el paisaje nació en la época del Pleistoceno, cuando los fluídos Missoula barrieron la zona dando estas formas tan características.
Todo el territorio en que se inscriben estas maravillas naturales pertenecen al Parque Estatal Cataratas Palouse, lo que ayuda a proteger todo su valioso patrimonio natural. Esto también permite que el acceso a las Cataratas sea más fácil y controlado, a la vez que se han encargado de ir contando en carteles toda la historia geológica del lugar que incluye a los aborígenes que vivieron aquí y a la Ruta Mullan que atravesaba la zona.
Esta catarata y cañón son realmente una belleza que Estados Unidos guarda para los viajeros. Cerca del Capitolio, podría resultar difícil imaginar un atractivo natural como éste pero, por suerte, el avance del hombre aún preserva estas joyas para que podamos seguir maravillándonos con ellas.