Ver su avenida principal con sus techos de pizarra negra y sus fachadas alegres que vibran en colores pasteles y primarios es la mejor invitación que le pueden hacer a un viajero. Es amor a primera vista lo que ocurre con este colorido pueblo que se ve de cuentos en Escocia.
Imagen Richard Szwejkowski
Corresponde llamarlo por su nombre: Tobermory. Está situado en la Isla de Mull, Hébridas Internas, Escocia. Todo el encanto nació de la mano de la pesca a finales del siglo 18. El pueblo apenas tiene 700 habitantes pero se ha convertido en el epicentro de la vida administrativa del lugar y también en el punto de partida de las expediciones para avistar delfines y ballenas.
En Tobermery no echarás en falta ninguna comodidad: tiendas, hoteles, y acomodaciones muy variadas están a disposición de los turistas. En la bahía disfrutarás de un ritmo siempre activo con los botes pesqueros entrando y saliendo, y también con el ferry que llega y parte hacia Kilchoan.
La mejor historia que tiene Tobermory se escucha ni bien llegar (o antes de hacerlo): la leyenda cuenta que un galeón español se hundió en la bahía, en un tiempo lejano (1588). Algo dice el rumor sobre que ancló para aprovisionarse, luego se discutió por la paga y algo hizo estallar la dinamita, hundiendo la nave en el lodo del lecho del mar. La parte interesante sostiene que millones de monedas de oro que iban en la carga, quedaron desparramadas por doquier. Aunque nadie nunca encontró una, las esperanzas (y el hechizo del tesoro perdido) nunca se pierden.
Además, puedes aprovechar el viaje para conocer el costado de vida salvaje privilegiado que habita en la Isla de Mull. Las estrellas son las águilas doradas y de cola blanca, nutrias, codornices y demás mamíferos y aves.
Aquí tienes más información sobre el pueblo en el Sitio Oficial (en inglés)
Y aquí tienes la ubicación de Tobermory en el mapa.
También puedes ver 50 fotos para morir de amor por Escocia
