Algunos viajeros no necesitan motivos para salir a un nuevo destino. Basta con ver una película que se haya rodado allí, un deseo que brota de un capricho por ir acullá, y se ponen en marcha. Si eres de los que necesita un empujoncito para elegir entre una ciudad u otra, lee estas 5 razones para viajar a Palma de Mallorca, la joya española del Mediterráneo.
1. Pueblo español
Un lugar como pocos, que fue construido durante los años 60 por el arquitecto Fernando Chueca Goitia en el barrio de Son Espanyolet. El concepto del pueblo español de Palma de Mallorca bajo el cual fue ideado era crear un museo en el que se reunieran las principales características de los pueblos de España. El resultado fue tan bueno que hoy en día compite con el de Barcelona por ser el mejor Pueblo español del país.
Son 6365 m² donde verás reproducciones a escala de diversas edificaciones, plazas y calles representativas de diversas ciudades españolas. Un paseo original en el que te llevas una idea general de la esencia ibérica.
2. La Lonja
Los lugareños la llaman Sa Llojta, es una obra maestra de la arquitectura gótica en Mallorca que bien se constituye en una razón para viajar hasta aquí. Su hacedor fue el arquitecto Guillem Sagrera y la fecha de su construcción data de 1420. El lugar ha sido la sede del Colegio de Mercaderes.
3. Las playas
Son cinco playas que hacen irresistible a Palma: la que lleva su mismo nombre (de Palma), y las Can Pastilla, Cala Mayor, Can Pere Antoni y Ciutat Jardí. Kilómetros de arena para disfrutar del sol, rodeado de turistas de todas partes de Europa.
Cuentan, como es de esperarse, con infraestructura para practicar deportes acuáticos, sentarse a comer en un restaurante o tomar un trago en algún pub.
4. Catedral de Santa María
En la bahía de Palma de Mallorca, encuentran a La Seu (como también se la llama), irguiéndose con la nave más alta de España y la segunda de Europa. Ver cómo este imponente edificio se refleja en el mar, sabiendo que es el único en estilo gótico que tiene esta característica en el mundo, vale sin dudas viajar hasta Palma.
Estar frente a esta estructura del año 1229 es una experiencia sin igual. La catedral fue hecha porque Jaime I, estando en una tormenta en alta mar, prometió levantar una catedral si sobrevivía. Cuando llegó a tierra firme, ordenó derribar una antigua mezquita y elevó allí este monumento que hoy podemos visitar.
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5. Castillo de Bellver
Como en los cuentos, pero con la particularidad de ser el único con forma redonda de España y el tercero de Europa. Fue levantado en el siglo XIV sobre un monte de 112 metros sobre el nivel del mar, en una zona rodeada de bosque. Un lugar muy bello desde el que, además, se puede apreciar unas vistas maravillosas la ciudad, el puerto, la sierra Tramontana y Pla de Mallorca.
