Es notable cómo destinos tan bellos como Český Krumlov nos hacen caer en los lugares más comunes al momento de describirlos. Es como si los adjetivos escasearan al momento de tener que calificar un paisaje o lugar.
Jason Ramos (Imagen via Flickr bajo licencia Creative Commons)
Si luego de ver algunas fotografías de Český Krumlov sienten el irrefrenable deseo de visitarla, deben saber que se encuentra (en República Checa), en la región de Bohemia Meridional y que su inconfundible valor histórico le hizo ganar el título de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Sus pintorescos edificios en estilos gótico, renacentista y barroco, con techos de tejas, le confieren un colorido tan particular a sus calles, que es difícil no terminar hechizado por esta ciudad. Esta fisonomía se debe, en gran parte, a su pasado como la antigua capital de la región de la rosa de cinco pétalos de los Rosenberg, la nobleza más rica e influyente del país.
La mayoría de la arquitectura de Cesky Krumlov data de entre los siglos XIV y XVII, siendo el castillo el ícono de la ciudad, con su imponente estampa flanqueada por las orillas del río Moldava.
La historia de Krumlov cuenta que fue anexada por la Alemania Nazi, que su población alemano-parlante fue expulsada por los americanos en la Segunda Guerra Mundial, fue restaurada luego al territorio de Checoslovaquia, y cayó en la falta de cuidados y, finalmente, puesta en valor desde 1989. De todo, supo levantarse para ser, actualmente, un destino vacacional por excelencia para los turistas europeos.
El Castillo de Cesky Krumlov es, a simple vista, muy grande para el tamaño de Krumlov (22 km cuadrados.) De hecho, es el segundo más importante de República Checa. Un paseo por su interior, más allá de sus habitaciones monumentales asombra con jardines extensos y un puente importante por sobre la hendidura en la roca sobre la cual se construyó el castillo.
El Castillo de Český Krumlov, levantado en los años 1680-82, preserva su teatro barraco, con su maquinaria, escenario intactos, siendo de los únicos en el mundo en conservarse. Por su antigüedad, el teatro sólo se usa tres veces al año cuando se presenta la Ópera Barroca. Otro sitio a visitar es la Iglesia San Vitus, del siglo XV y estilo barroco.
Es mucho lo que hay por ver en Krumlov, más allá de recorrer sus callecitas y sus edificios emblemáticos: el museo dedicada al pintor local Egon Schielehas, el monasterio más antiguo de Bohemia a sólo 10 kilómetros, el Castillo Hluboka a 30 km, el Parque Nacional Sumava, el más grande del país.
Además, es una usina cultural por lo cual los viajeros pueden participar de festivales como el de la Rosa de los cinco pétalos, que se festeja un fin de semana de junio y en el cual Krumlov retrocede hasta la Edad Media, y brotan locales en atuendos de la época, músicos en cada esquina, puestos de artesanías.
El Festival Internacional de Música Cesky Krumlov arranca en julio y termina en agosto y es de los eventos más concurridos del verano. Esta ciudad checa está a 175 km de Praga, andarla, sentirla y deslumbrarse en ella es algo que ningún viajero debería perderse de hacer.
Para finalizar, aquí tienes el mapa con la ubicación de Cesky Krumlov: