Tener una isla propia es un sueño que casi todos han anhelado alguna vez. Las películas y series han arriesgado cómo sería quedar varados en ellas, y las fantasías sobre vivir en ellas son infinitas. Actualmente, si eres lo suficientemente millonario, puedes comprar una en el archipiélago Exuma de Bahamas, donde podrás elegir entre 360 islas (o cayos) que pueden ser tuyas por algunos millones de dólares.
Exuma son básicamente 480 kilómetros de costa al sur del estado de Florida, formada por pequeñas islas en su mayoría deshabitadas. En un entorno de agua cristalina y arrecifes de coral sobre una meseta calcárea, puede ser considerado por muchos como el paraíso. El mayor de los cayos es Gran Exuma y la ciudad más grande en el distrito es George Town.
Aquí no encontrarás demasiada vida nocturna, ni restaurantes de gran renombre y menos aún grandes aeropuertos. Sí encontrarás mucha paz y privacidad: no hay vecinos. Por eso, personajes del mundo del espectáculo y grandes empresarios compran su isla en Exuma. Johnny Depp, el mago David Copperfield, el presidente ejecutivo de Louis Vuitton Moët Hennessy, Bernard Arnault ya tienen la suya.
Ya se cuenta en las islas con servicio de internet y de televisión por cable, desalinización del agua y la tecnología de generación eléctrica con combustible diésel. Para llegar hay que hacerlo por yate, hidroavión o helicóptero. Construir la mansión en las islas puede llevar hasta dos años y medio ya que hay que traer en balsas desde torres eléctricas y de celulares hasta purificadores de agua.
De Exuma, la isla más barata es Cayo Leaf, que pertenecía al actor Nicolas Cage y por estar poco desarrollada cuesta US$8,5 millones. La más cara es Cayo Cave, una isla de 101 hectáreas que cuesta US$110 millones y que tiene su propio puerto y pista de aterrizaje. El sueño cuesta sólo unos millones.