Leyendo un artículo en el blog de Lonely Planet, se desata un debate sobre el modo de viajar que reproducimos en ésta entrada, un tema que sin dudas divide aguas entre todos los que amamos viajar. De sólo meditarlo las posiciones se convierten en blanco o negro, sin medias tintas. Viajar solo o en grupo es la cuestión. Qué ventajas y desventajas tiene cada una de estas maneras de afrontar el camino.
Las ventajas del viaje en grupo apuntan: lo mejor es poder compartir en todo momento las experiencias que van surgiendo, saber que alguien cuidará de uno en caso de enfermar, tener siempre a alguien con quien conversar . Todo se disfruta más en compañía: una excursión, una cena, una espera en la terminal por un retraso. El grupo te animará a hacer cosas que estando solo no te animarías. Si te pierdes en un lugar, aunque sea en el medio de la nada, siempre mejor ser dos o más. Para los que prefieren viajar en grupo, la sola idea de salir por el mundo sin compañía resulta aburrida.
Quienes defienden viajar solos dicen que los verdaderos viajeros siempre salen solos, una declaración a todas luces polémica. Arguyen que salir de viaje solos permite moverse con soltura, sin tener que rendir cuentas a nadie si se levantan a deshoras, comen de más o cambian el próximo destino a última hora. Que andar por su cuenta les permite entablar más y mejores relaciones con los lugareños, eso dicen. Que para disfrutar y vivir al máximo un lugar, la mejor compañía es uno mismo. Siempre te será más fácil conseguir asiento en un micro o lugar en un hotel. Sencillamente, viajar solo es más fácil.
El debate está abierto, tu ¿de qué lado estás?
Depende del grupo, mi última experiencia fué REALMENTE DESAGRADABLE…., cada uno qqueriendo hacer cosas diferentes, desplantes, y egoísmos…11 personas, pero que viaje tan absurdo…Sin embargo no siempre ha sido así. Viajar solo es un placer, por la independencia y posibilidad de conocer muchas personas con quienes compartir……Para mi gusto , el ideal de viaje: 2 o 3 personas con quienes encontremos una real y experimentada afinidad .
Amo viajar y siempre pensé que lo mejor era estar en compañía hasta que por fin experimenté lo grato que es andar solo. Es cierto que tal vez no tengas a alguien a quien conozcas profundamente para compartir tus experiencias o que cuide de uno en momentos difíciles pero justamente creo que ése es el mayor desafío.
Siendo una persona que siempre está rodeada de gente muchas veces me pregunté si no sería demasiado aburrido estar conmigo misma tanto tiempo y la respuesta la descubrí viajando: simplemente no.
En primer lugar no hay nada que te permita conocerte a vos mismo que ser tu única compañía incondicional. Aprender a disfrutar de cada momento sin la necesidad de depender de alguien es realmente mágico e irremplazable. Por otra parte, está justamente esa ventaja de no tener que saber si al otro le interesa hacer las mismas cosas que a vos y tampoco en tener que ponerte de acuerdo en tiempos y lugares. Cada uno es dueño de su viaje y es posible moldearlo de acuerdo a cómo te levantás ese día.
Finalmente, como tercera pero no última (porque podría seguir enumerando un montón más pero se haría eterno) creo que no hay mejor forma de sociabilizar con el resto de las personas que estando sólo. Es que el estar solo te permite relacionarte con gente que incluso nunca antes había pensado y puede ser más gratificante de lo que podrías imaginar.
Si viajás solo, no tenés todo lo que te da de ventajas en grupo, pero tenés algo de un valor inestimable: total libertad para moverse, tomar decisiones, ajustar el viaje según tu criterio, predisposición a conocer gente y más facilidad para entrar en contacto con el mundo local…:)