Una de las construcciones que seguramente va llamar tu atención si te internas en el sur de Marruecos y sus paisajes áridos entre oasis serán los kasbah.
Los kasbah son fortalezas de origen bereber construidas con adobe (normalmente palacios, pero también pueden ser auténticas ciudadelas). Su aspecto, debido al material empleado para su construcción y sobre todo el estilo arquitectónico, hacen que se parezcan a verdaderos castillos de arena.
Uno de los kasbah más bonitos para ver en el país es el que se encuentra en la ciudad de Ouarzazate, la llamada puerta del desierto.
Es uno de los que pude visitar en mi viaje por Marruecos a lo largo de 20 días, y después de haber estado previamente en ciudades como Fez, el valle del Todrá, o en paisajes de ensueño como las dunas de Erg Chebbi, donde pude hacer la experiencia de una noche en el desierto.
El kasbah Taourirt está dentro de la ciudad. De hecho Ouarzazate ha crecido de forma considerable durante el período colonial francés y hoy es una ciudad importante, la última antes de empezar a explorar los valles, oasis y dunas hacia el sur.
El kasbah de esta ciudad ha quedado dentro de la mancha urbana como un recuerdo de tiempos perdidos, siendo hoy uno de los más grandes y mejor conservados de Marruecos, sobre todos por su restauración reciente. Perteneciente a uno de los señores que dominaba todas las tierras del Atlas, las dimensiones y suntuosidad eran como mínimo bastante ambiciosas: cuando lo observas desde lejos, más que un palacio parece una pequeña ciudad de adobe:
En esta foto se ve la entrada al kasbah:
Un kasbah, por lo general, al ser un sitio de protección para familias señoriales, se construía con bloques de adobe, con muros bien altos, torres en las esquinas, y pequeñas ventanas que regulaban la temperatura interior tanto en invierno como en verano.
El Taourirt fue la residencia del Glaoui, el pachá de Marrakech. Los palacios contaban en su interior con habitaciones para cada una de las concubinas y sus hijos, espacios para recibir los visitantes, y en planta baja corrales para el ganado.
Sus torres poseen un trabajo decorativo muy logrado, y está rodeado de murallas con dibujos de formas geométricas.
Hacia el exterior, la vista aún no ha cambiado demasiado, aunque afuera se pueden ver otras construcciones de adobe casi en ruinas:
Sin embargo el kasbah Taourirt está todo restaurado a la perfección, y declarado como un monumento nacional de Marruecos:
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Desde afuera de las murallas, se puede apreciar una ciudad con grandes avenidas embellecidas:
Si vamos en el horario de visita hasta las 18 horas, podremos realizar un recorrido por libre por el interior, o guiado. En él nos explicaran el uso de cada uno de los espacios, la zona para rezar, los espacios para recibir las visitas. Incluso, en alguna de las estancias se puede ver el detalle labrado en los techos con madera de cedro y el stuc pintado.
Aquí tienes en el mapa la ubicación del Kasbah Taourirt, y en torno a él, el Museo del Cine de Ouarzazate (las entradas del museo y el Kasbah están enfrentadas):
Aquí tienes una vista de la ciudad de Ouarzazat en la zona del kasbah, una ciudad que se ve y es importante:
Ouarzazate es muchas veces una pausa en la ruta entre Marrakech y Merzouga, sin embargo tiene propuestas interesantes para hacer. Entre ellas, una visita bastante rápida a los Estudios de cine Atlas, donde se rodaron numerosas películas. La visita a los estudios Atlas se hace en apenas una hora, es guiada, y se recorren espacios y escenografías para películas de Hollywood tan famosas como la produccion hollywoodense «La Momia». Aunque debo decir que muchas de las escenografías se parecen a una ciudad en decadencia, expuestas en exteriores al clima del desierto desde hace años.
La ciudad de Ouarzazate es ideal para hacer una noche, pero también para programar la visita tan cercana a una maravilla de kasbah como el de Ait-Ben-Addou, que está a solo 35 kilómetros (y que voy a desplegar en una próxima entrada).
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Mi alojamiento en Ouarzazate: Le Tichka Ouarzazate (en mi caso estuve dos noches en Ouarzazate antes de partir a mi siguiente destino en la ruta a Marrakech).
* Todas las imágenes pertenecen al autor del post (las puedes compartir citando al autor, Matías Callone, y enlazando al post y al álbum original en Flickr)
Parecen realmente castillos, casas gigantes a escala real!
Hola Javier, bienvenido.
De hecho eran palacios con cierta fortificación. Un saludo!