Si en la Riviera Maya ya exploramos 6 playas tranquilas que parecen una piscina natural, es el turno de extendernos a las maravillas naturales (algunas no tan conocidas) en la Península de Yucatán. Estanques de agua subterráneos donde el agua es tan trasparente que hasta nos daría la sensación de levitar al nadar, lagunas de siete colores, ríos secretos, lagos rosados, ecosistemas con especies únicas. Más allá de Cancún o de las famosas ruinas mayas como Chichén Itzá o Calakmul, exploramos rincones naturales asombrosos para apuntar en un itinerario imperdible por gran parte de la península:
1. Un río subterráneo «secreto» bajo la jungla (Quintana Roo)
En la Península de Yucatán, pocos imaginarían que bajo tierra y en una zona de jungla discurre un río subterráneo que (además) posee aguas increíblemente cristalinas. En la zona hay varios ríos subterráneos conectados al mar, todos parte de un complejo hidrogeológico que se va descubriendo poco a poco. Uno de ellos es una cavidad bajo tierra que está organizado para visitar turísticas. En su interior nos esperan miles de helictitas, estalactitas y estalagmitas apuntando a un agua tan cristalina que al nadar en ella produce al sensación de levitar.
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2. Una ruta por cenotes inundados.
Conocidos como dolinas, las enormes cavidades o depresiones en relieves cársticos bien podrían integrar un listado de paisajes karst. Las dolinas que además están inundadas naturalmente, en península de Yucatán reciben el nombre de cenotes. Su formación es el resultado de la erosión del agua en el terreno, desnudando cavidades de gran profundidad formadas por derrumbes. En Yucatán hay tantos que hasta se puede completar una ruta turística por cenotes. Entre ellos nombramos el cenote Ik Kil, Cenote Samula, Xkekén o Dzinup, Dos Ojos, entre otros.
Vicente Villamón (cenote Ik Kil)
suseboy (cenote Ik Kil)
Guillaume Capron (cenote Ik Kil)
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suseboy (cenote Ik Kil)
Adam Baker (Cenote Samula)
3. Una laguna de siete colores (Laguna Bacalar, Quintana Roo)
¿Que pasaría si juntamos unos siete cenotes diferentes y los inundamos hasta que el agua se una en superficie?, para saberlo, solo tendríamos que trasladarnos hasta laguna Bacalar, cerca de la ciudad que toma el nombre (homónima) al sur del estado de Quintana Roo. Observaríamos una gama de tonalidades que van del azul al turquesa, característica que le ha valido para hacerse famosa como la Laguna de los Siete Colores. Es nuestra tercer maravilla natural de la península de Yucatán.
4. Una paraíso de playa y reserva que es Patrimonio de la Humanidad (Sian Ka’an, Quintana Roo)
Si seguimos buscando aquellas playas tranquilas e inalteradas, deberíamos apuntar la Reserva de Sian Ka’an en el estado de Quintana Roo, que tiene el adicional de haber sido declarada como Patrimonio de la Humanidad por su particular ecosistema (especialmente los manglares). En cuanto a las playas, nos esperan amplias extensiones de arena blanca, palmeras, bahías y rincones inmejorables, para descubrir el paisaje de la Riviera tal como era hace una cuantas décadas atrás.
5. Un museo de arte bajo el agua (Estado de Quintana Roo)
En península Yucatán no faltan rincones curiosos ni debajo del agua. El Museo Subacuático de Arte (MUSA) está situado en el entorno de la isla Mujeres, y se compone de una serie de esculturas emplazadas en el lecho marino, que se pueden visitar buceando o haciendo snorkel. El concepto es el de combinar una expresión cultural bajo el agua utilizando materiales marinos no contaminantes que al mismo tiempo promuevan el crecimiento de coral (a modo de arrecife artificial). Las obras a exhibir se encargaron al artista Jason de Caires Taylor, famoso por obra artística precisamente bajo el agua.
6. Un tesoro arqueológico en una cueva subterránea (Balankanché, Estado de Yucatán)
Muy cerca del yacimiento arqueológico maya de Chichén Itzá se puede hacer una visita (nuevamente subterránea) a una cavidad y galerías naturales en donde los mayas dejaban ofrendas al dios de la lluvia (vasijas, incensarios). Se llama Balankanché, y se estima que los rituales se realizaron en el año 200 a 300 d.C.
7. El hogar de miles de flamencos (Reserva Ría Celestún, Estado de Yucatán)
En un área de manglares, dunas, y pastizales en la desembocadura de una cuenca de agua subterránea (la más grande de la península en paralelo a la costa), se encuentra la reserva de biósfera Ría Celestún, donde habitan una variedad de especies entre las que se destacan por su colorido los flamencos rosados. Está situada a unos 95 kilómetros de Mérida.
8. Lagunas de agua rosa (Ría Lagartos, estado de Yucatán)
Otra zona de gran riqueza biológica y llamativa por sus lagos de agua rosada, además de las playas de sal, es Ría Lagartos, un estero en una zona protegida al norte de la península Yucatán, con agua proveniente de manantiales.
Permiteme comentarte que tienes una foto del cenote Samulá un poco atrasada, ya que la raíz ya no llega hasta el agua como antes, sino que una parte tuvo ser cortada por cuestiones que desconozco, misma que es una lástima porque era lo más bonito de ese cenote, acabo de descubrir este blog, me parece muy útil, saludos 🙂
Mi he quedado de boca abierta con estas preciosas fotografías, quiero visitar estés sitios!!!