Si pensamos en primates, los imaginamos viviendo en la selva, en valles bajos, en llanuras. Pero en las montañas Simien, en las tierras altas de Etiopía y por encima de las nubes, es posible encontrar primates (geladas) viviendo en praderas al borde de acantilados rocosos con vistas inmejorables. El paisaje resulta majestuoso: montañas verdes de poca vegetación, con formas sinuosas, y habitadas por enormes grupos de hasta 350 geladas endémicos de la zona, que duermen en los acantilados y con la primera luz, para desplazarse hasta las praderas a alimentarse de hierbas, semillas, raíces. Y a ellos, hay que sumar el lobo etíope y la cabra de Abisinia, como tres especies endémicas en un ecosistema inusual a miles de metros de altura y con más integrantes sorprendentes.
Las montañas Simien, en su parte protegida como Parque Nacional, son reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por Unesco, aunque desafortunadamente, todas están amenazadas por el avance de la actividad del hombre, y la desprotección de los espacios naturales. Aún, el espectáculo de visitarlas y recorrerlas es inigualable:
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Indrik Myneur
El Parque es atravesado por un camino de tierra que parte desde Debarq donde se encuentra la administración del área protegida. El camina atraviesa una serie de pueblos hasta llegar a Mekane Berhan, ya en las afueras del parque. En el trayecto, se pueden hacer excursiones guiadas para observar la fauna salvaje en altura, en rutas de trekking con guías que pueden durar hasta cuatro días.
Maravillosas las montañas Simien, cada vez que veo fotos de Etiopía, tengo más ganas de volver.
Gracias por este reportaje que nos acerca a la naturaleza de la antigua Abisinia.