La estética tailandesa es de por sí fascinante. Sumémosle a ese encanto particular, toda la ornamentación, el detalle en las formas y pintemos a todo de color blanco, así tendremos el templo Wat Rong Khun, una belleza sin igual en la provincia de Chiang Rai.
El templo blanco es contemporáneo y ha sido empezado a construir en 1997 en el estilo convencional Budista e Hinduista. El color elegido representa la pureza y los muchos cristales que resaltan las bellas esculturas hacen alusión a «luz que brilla en el mundo y el universo». Su particularidad excede todo el trabajo monumental de cada columna y techo para también estar en poseer un «ubosot», un tipo de sala de reuniones que no encontrarás en ningún otro templo de Tailandia.
Para ingresar a este recinto que parece una nube tallada hay que atravesar por un puente que pasa sobre un canal. La historia que se repite de lugareño en lugareño dice que el mismísimo Buda cruzó este puente para predicar el dogma por primer vez.
La suntuosidad es algo característico en estas edificaciones tailandesas por lo que Wat Rong Khun no se ha quedado atrás: todos los dibujos que verás en la Sala de Reuniones fueron decorados con oro.
Con toda su grandilocuencia, el templo de Rong Khun que hoy vemos es apenas el comienzo de un conjunto mayor que está en proceso de construcción. Su construcción planifica levantar un total de nueve edificios. Por el momento, podemos empezar a deleitarnos con este y empezar a imaginar la maravilla moderna que será cuando la obra esté finalizada. Sencillamente distinto y cautivante, ¿no?