Giverny es una localidad francesa que supo cautivar al mismísimo Claude Monet hasta convertirlo en las pinturas más bellas. Este lugar en medio de la región de Alta Normandía es un destino irresistible. El gran atractivo es que la casa y el jardín de Claude Monet se encuentra en Giverny así como también el Museo de Arte Americano.
El pueblo está sobre la ribera occidental del Rio Sena a la altura del rio Epte. Si decides visitarlo, puedes hilvanarlo con otro punto turístico más que interesante: Vernon, pronta a ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Llegar no es nada complicado porque está muy cerca de París, a sólo 80 km.
El ilustre habitante, Monet, llegó por primera vez en 1883 y alquiló una vivienda. Giverny era entonces un pueblo de apenas 300 habitantes pero su belleza natural fue todo lo que el pintor necesitó para enamorarse de este rincón de Francia. Así, años después logró comprar su propia casa que tenía mucho terreno lindante, especial para que pudiera crear los jardines más frondosos y sutiles que planeaba plasmar en pinceladas inmortales.
ssedro (imagen via Flickr bajo licencia Creative Commons)
El jardín se convirtió así en su musa inspiradora, en su modelo predilecto, quedando retratado en Nenúfares o en El estanque de las ninfas y el puente japonés. Monet vivió en este pueblo que lo cautivó hasta su muerte, en 1928. Su presencia hizo que Giverny fuera visitada por otros artistas que querían entender qué encanto había operado sobre el genial pintor.
De esa forma, pasaron Cézanne, Renoir, Sisley, Pissarro, Matisse. A partir de 1980 la casa de Monet está abierta al público. El mejor momento para visitarla es en verano, cuando el jardín se viste de las más variadas y hermosas flores y se vuelve en un manto verde magistral.
Para finalizar, en el mapa puedes ver la ubicación de Giverny:
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