Debe haber pocas experiencias más relajantes que sumergirse en aguas termales. Hacerlo en Japón, en medio de un entorno tan tradicional y pulcro, con paisajes naturales montañosos y marítimos alrededor, es del todo inolvidable. Las aguas termales de origen volcánico son conocidas como onsen y son muchos los puntos donde se los encuentra.
Uno de los más antiguos es el de Dogo, en la ciudad de Matsuyama. Desde siglos atrás la zona donde se encuentra es conocida como Distrito del Agua Caliente. En este onsen pueden bañarse quienes tienen pieles sensibles ya que el agua tiene bajo contenido de minerales. Los baños tienen una temperatura de 46°C y sus aguas ayudan a curar dolores musculares, de articulaciones, estomacales e inclusive enfermedades de la piel.
David Mackelvey
El Onsen de Hondani, en Saijo, está en un valle conformado por el Río Daimyojin. Disfrutar del relax en medio de la naturaleza se logra llegando por un camino a la vera del río.
El Onsen de Kawauchi cuenta, cerca del Pueblo de Kawauchi, con instalaciones donde se pueden tomar diferentes tipos de baños termales, sauna, y además tiene un buen restaurante y un gimnasio.
Para llegar al Onsen de Minara, en Shigenobu, basta con a la Estación Matsuyama y desde ahí subirse a alguno de los autobuses gratuitos que nos acercan al spa natural. Puedes pasar unos días puesto que en la zona hay un hospedaje llamado Riraku y también hay, hacia el este, un centro comercial donde pasear y comprar algunos regalos.
En el distrito de Tamagawacho está el Onsen de Nibukawa donde las aguas tienen temperaturas más bajas (22°C) y es uno de los principales de la región junto a Dogo y Hondani. Tiene buena infraestructura: seis hospedajes entre las que puedes elegir pasar la noche o, si vas por el día, tienes instalaciones exclusivas.
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Como verás, son muchos los onsen donde disfrutar de los beneficios del agua que emana de las entrañas de la tierra y que es rica en propiedades. Una buena alternativa para intercalar mientras recorres Japón y tener excusas para conocer sus pueblos más escondidos.